¿Es físicamente posible dejar el olor de un pedo atrás?

Por , el 18 abril, 2016. Categoría(s): Ciencia

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Por fin alguien se toma en serio cuestiones fundamentales de la ciencia, que la gente de a pie estaba deseando conocer. Porque ¿no me digáis que nunca os habéis preguntado si existe forma humana de huir de un pedo? Bien, en el genial canal de Youtube AsapSCIENCE, dos avezados youtubers canadienses llamados Mitchell Moffit y Gregory Brown, consiguen desgranar este “nebuloso” asunto para nuestro deleite.

Seguramente muy pronto podamos gozar de esta joya con subtítulos en castellano, pero mientras tanto os daré algunas pistas de lo que nos cuentan Moffit y Brown. Y no, “moffit” no significa mofeta, algo que tendría su gracia hablando de cuescos. ¿Verdad?

Lo que se preguntan ambos básicamente es si podríamos reaccionar a tiempo a la irrupción de un pedo en nuestro cuarto (en el momento de oirlo claro, los “silenciosos” siempre llegan a traición) y salir pitando para evitar las moléculas de escatol, que por si no lo sabéis es el principal responsable (entre otras moléculas) del apestoso olor de las heces y sus derivados gaseosos.

Por cierto, ¿sabíais que una buena parte de nuestras ventosidades están compuestas por elementos químicos “muy nobles”? El vídeo lo deja claro, con algunas variaciones, el pedo estándar se compone en un 59% de nitrógeno, 21% de hidrógeno, 9% de dióxido de carbono, 7% de metano (si, tu también contribuyes al calentamiento global), 3% de oxígeno y solo un 1% de “olor a hiena putrefacta”.

Bien, el vídeo (arriba adjunto) explica que las moléculas olorosas llegan a nuestro olfato a través del aire merced a un proceso llamado difusión, mediante el cual las partículas van moviéndose desde un área de alta concentración hasta otra de baja concentración, hasta que se alcanza el estado de equilibrio. Para calcular la velocidad de propagación hay que conocer la concentración en el punto de origen, la temperatura, la presión del aire y el movimiento del viento en el lugar en el que el pedo “vea la luz”.

Dando por verídico el dato extraído de internet, que afirma que los cuescos son eyectados a una velocidad aproximada de 3 m/s, y teniendo en cuenta la temperatura del gas, la presión y la energía cinética de las moléculas, entonces la teoría de gases puede predecir la velocidad media de una molécula de gas. El problema es que los pedos se componen de muchas moléculas, por lo que nuestros youtubers se centran solo en un tipo: el antes mencionado escatol. Con todos estos datos, y empleando la fórmula que veis en la imagen que abre el post, Moffit y Brown llegan a una conclusión demoledora: las moléculas viajan a 243 m/s, una velocidad con la que ni siquiera Usain Bolt puede soñar.

¡Pero podéis «respirar» tranquilos! Afortunadamente las moléculas de escatol no viajan en línea recta hasta nuestros receptores olfativos, sino que van colisionando en el aire con otras partículas y también entre si. Como resultado, la nube de gas (a mi me gusta llamarla «pedo holístico») viaja mucho más lento, guiado como hemos dicho antes por el proceso de difusión. De modo que, aunque en efecto una única molécula de pedo sería demasiado rápida para nosotros, lo cierto es que si nos damos suficiente prisa, podremos escapar de la nube fatal.

¡Estamos de enhorabuena! ¡Podemos vencer al pedo!

Mi agradecimiento a los responsables de AsapSCIENCE por haber resuelto una de las incógnitas de mi vida. Desde hoy muy fan.



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Por maikelnai, publicado el 18 abril, 2016
Categoría(s): Ciencia