Ratzilla, el roedor extinto que mordía como un cocodrilo

Por , el 4 febrero, 2015. Categoría(s): Bichos

ratzilla-por-james-gurney

¿Te dan aprensión las ratas? Pues estás de suerte, vives en una época en la que el tamaño de los roedores es realmente llevadero. Si hubieses vivido en al norte de Sudamérica hace 3 millones de años podrías haberte topado con roedores inmensos, del tamaño de un bisonte, cuyos incisivos tendrían un grosor mayor que el de tu dedo pulgar. Un nuevo estudio parece indicar que este roedor le daba a sus incisivos un uso similar al que los elefantes modernos le dan a sus colmillos.

Por lo que puedo leer, únicamente se ha encontrado un cráneo de este enorme roedor, y medía 53 centímetros de largo. Descrito hace una década y bautizado como Josephoartigasia monesi, los restos de esta criatura suponen el mayor fósil de roedor hallado hasta la fecha, e indican que podría haber llegado a pesar una tonelada.

Ahora, los investigadores han empleado un software sofisticado (el mismo que se emplea para analizár el estrés que afecta a los componentes de un avión) para estimar la fuerza de la mordida que esta bestia podría haber generado cuando masticaba.

Primero, emplearon un escáner de tomografía computerizada para crear un modelo detallado del cráneo fosilizado, luego añadieron un modelo de mandíbula inferior basada en la de la chinchilla, pero escalada al tamaño del fósil del J monesi. ¿El resultado? La fuerza de mordida del roedor gigante, o Ratzilla como ya la llaman algunos, sería de 4.165 newtons, es decir tres veces más potente que la estimada para un tigre o un cocodrilo de tamaño medio.

Si hubieramos podido medir la fuerza de la mordia en los extremos de los incisivos, siempre crecientes, probablemente el resultado habría sido solo de 1400 newtons. Sin embargo, por razones inexplicables, los investigadores creen que esos dientes son aparentemente capaces de resistir tres veces esa fuerza, señal de que eran empleados para algo más que roer. En opinión de los autores de la simulación, este megaroedor podría haber usado sus dientes frontales para excavar en busca de raices, para defenderse de los depredadores o incluso en luchas territoriales por las hembras, tal y como hacen los elefantes hoy en día.

Análisis futuros de los micropatrones hallados en la dentadura del ejemplar podrían aportar más información sobre los hábitos dietarios de Ratzilla.

Los resultados de la simulación acaban de publicarse en la revista Journal of Anatomy.

Me enteré leyendo Science.



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