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El clorato de potasio (KClO3) es un compuesto químico muy común en cualquier laboratorio, donde se le emplea como oxidante (debido a esos tres átomos de oxígeno de su fórmula). En su estado más puro forma cristales blancos, que es lo que veis al fondo de la pipeta que se muestra en este vídeo. Cuando se calientan estos cristales, se licuan y dejan escapar su oxígeno, lo cual hará que cualquier cosa inflamable que introduzcas en el tubo de ensayo (un papel por ejemplo) arda de inmediato. Pero en esta variante del clásico experimento que he encontrado en youtube, el profesor Andrew Walls (de la escuela St. Albans) ha cambiado la bolita de papel por un osito rojo de gominola. Todos los osos de gominola encuentran una muerte trágica entre las fauces de los humanos, pero este en concreto entregó su «vida» a la ciencia 😉
Pobre osito bonzo, como se resistía kjakjajaa
Mamma mia! Que muerte más horrible!
Aterrador y espeluznante. Pero interesante, desde un punto de vista científico.
¡Dios, pobre oso! Aunque probablemente hizo algo malo por lo que mereció ese final.
(¿Pipeta? ¡Qué coño pipeta! Es un tubo de ensayo. Una pipeta es un instrumento para medir volúmenes que sólo se parece al tubo de ensayo en que está hecho del mismo material, vidrio. En la wikipedia hay una foto y una buena descripción de lo que es una pipeta).