Científicos estadounidenses han anunciado el desarrollo de una píldora que activa el gen encargado de quemar las grasas en los ratones. El estudio inicial demuestra que los ratones a los que se les facilitó la píldora se hicieron resistentes al aumento de peso y quemaban grasas a buen ritmo a pesar de ser alimentados con una dieta rica en grasas.

La grasa quemada no era consecuencia de el ejercicio, puesto que los ratones no hacían ninguno. En última instancia, si se consiguen trasladar los resultados a humanos, estas píldoras podrían emplearse para el tratamiento de enfermedades asociadas a la obesidad como la diabetes, de modo que los expertos creen que no llegarán a venderse como una alternativa al ejercicio físico. (Nota del traductor: ¡hay que ver que ingénuos son estos científicos algunas veces!).

Las pruebas con humanos ya están en fase de planificación. De hecho el doctor británico Fredrik Karpe, del Centro para la Diabetes, Endocrinología y Metabolismo de la Universidad de Oxford espera realizar pruebas en Europa en un futuro cercano.

Según sus propias palabras: “Hasta ahora, nunca había existido un método para provocar ‘médicamente’ la combustión de las grasas”.

La pídlora funciona activando el gen PPAR-delta, lo cual da como resultado un proceso idéntico al consumo de grasas típico del ejercicio. Lo más curioso es que los resultados demuestran, que empleando este fármaco, los ratones no solo se conseguían quemar las grasas sino que además sus músculos se reconstruían para hacer más eficiente el proceso.

Resumido de ‘Gym pill’ trips fat-burning gene