Reconozco que me enganchan las series médicas con personaje “peculiar”. Me pasó en su día con «House«y me pasa ahora con “The Good Doctor”. En ocasiones, tras un capítulo, me pongo a buscar información sobre la técnica novedosa de turno empleada en el capítulo, para ver si es cierta. (Como ejemplo el tratamiento para quemados con piel de tilapa).
Bien, pues con todas las rarezas médicas que he visto en series como las citadas, la realidad se empeña en demostrarme que es mejor que nunca pierda mi capacidad de asombro. Y es que hay noticias que merecen la pena ser leídas dos veces aunque no se publiquen el día de los santos inocentes. Esto es lo que pasó con el extraño caso de Zahra Aboutalibm (foto superior) una mujer marroquí de 75 años que en 2012 acudió al hospital quejándose de un dolor abdominal.
El escáner efectivamente detectó una masa extraña, y justo cuando crees que le van a hablar de un tumor los médicos le dicen: señora, está usted embarazada. Pero tranquila que no es de ahora no, lleva usted con el niño dentro 46 años. ¿Es o no es para quedarse de piedra?
Bueno, pues la madre tal vez no, pero el niño sí se quedó de piedra… literalmente. Lo que la señora tenía dentro era un litopedion como el de la foto inferior.
Básicamente estas rarezas médicas, de las que se tiene constancia en la literatura ya desde el siglo X, son el resultado de un embarazo ectópico abdominal (es decir de un feto que prendió fuera del útero). También ha de darse el caso de que el feto no sea reabsorbido por el cuerpo de la madre (o extirpado por el cirujano) como sucede normalmente.
Y es que algunas veces el cuerpo de la gestante trata al embrión extrauterino como a un organismo invasor, por lo que comienza a cubrirlo con una sustancia cálcica. ¿El resultado? Con el paso del tiempo se obtiene un feto recubierto de una capa protectora que está literalmente tan dura como una piedra.
Como veis, hay mujeres que tardan un “tiempecito” en darse cuenta del incidente. Algunas de ellas llegan a tener niños sanos mientras conservan en su interior el “fósil” de su hijo no nato.
En fin, si en próximos capítulos de la serie de mi médico autista favorito se habla de litopedia no me pillará por sorpresa.
PD. Si Zahara pasó 46 años a cuestas con su bebé de piedra el caso del litopedion de la foto fue peor, ya que pasó 50 años en el vientre de su madre tal y como figura en los archivos médicos militares de los Estados Unidos.
Me enteré leyendo la sección de rarezas de Popular Science
muy bueno!