La mayoría de nosotros no nos paramos a considerar nuestra cubertería, excepto para ponderar qué se pone justo a la derecha del plato, si el cuchillo o la cuchara. Pero los cubiertos son maravillas de la metalurgia moderna.

Los tenedores, cucharas y cuchillos de uso general se hacen de acero, una aleación cuyo ingrediente principal es el hierro. Una aleación es una mezcla sólida de dos o más elementos.

La estructura molecular del hierro lo hace dúctil y fácil de doblar. Los átomos se disponen en planos que pueden fácilmente «resbalar» de uno a otro si se les presiona. Para hacer tenedores que no parezcan diseñados por Dalí, hay que fortalecer las uniones donde estos planos se encuentran.

Una forma de conseguir esto es añadir carbono al hierro, lo cual da como resultado al acero. La estructura molecular del acero es muy compleja en comparación con la del hiero, y es mucho más difícil hacer que los átomos resbalen si el hierro es salpicado uniformemente con átomos de carbono. Calentado a unos abrasadores 727ºC, el hierro y el carbono se unen formando estructuras cristalinas lo suficientemente duras como para permitir cortar la carne «bien hecha» de mamá.

Pero el acero de tu cubertería contiene algo más que simplemente hierro y carbono. En las aleaciones de acero se pueden encontrar aproximadamente otros 20 elementos. Para hacer más fuerte y duro al acero, se añaden elementos como el vanadio y el titanio. Para evitar la oxidación se añade al acero el cromo y el nickel. Los metales con más de un 12% de cromo en su composición son virtualmente inoxidables, ya que se forma una fina capa de óxido de cromo alrededor del acero que evita oxidaciones posteriores.

Traducido de How Are Utensils Made?