El auténtico problema con Charles Murray y ‘The Bell Curve’

Por , el 30 agosto, 2017. Categoría(s): Educación/Opinión ✎ 29

Eric Siegel
El doctorado en informática por la Universidad de Columbia (Nueva York) Eric Siegel, donde también impartió clases como profesor, es un renombrado experto en el análisis del Big Data y autor del libro “Predictive Analytics: The Power to Predict Who Will Click, Buy, Lie or Die”. Muy conocido como conferenciante, colabora puntualmente como columnista en muchos medios estadounidenses de prestigio como: The New York Times, The Financial Times, The Wall Street Journal y The Washington Post. Además de en medios generalistas, Siegel es responsable también de un blog en Scientific American donde trata temas relacionados con la ciencia. El siguiente artículo, el cual traduzco, se publicó hace unos meses en su blog.

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Él ha regresado. Recientes protestas en una universidad han devuelto de nuevo a Charles Murray a la primera línea mediática, y el resurgir en las ventas de sus libros demuestra que la publicidad no es mala. Durante más de dos décadas, los intentos de desacreditar por completo su libro más famoso: «The Bell Curve» (escrito en 1994) han fracasado. Esto se debe a que repetidamente desaprovechan el punto de ataque más fuerte: su indiscutible respaldo, aunque codificado, a los prejuicios.

«The Bell Curve» (del cual es co-autor Richard Herrnstein) prevalece como el buque insignia moderno de los trabajos sobre las diferencias raciales en la puntuación de los test de cociente intelectual (CI). Los negros en los Estados Unidos tienen una puntuación más baja que los blancos (esto no es el enfoque principal del libro, pero es la pieza central y el principal causante de la atención recibida). Por mucho que los progresistas no quieran oír tal cosa, este libro lo dice claramente: está en los datos. Habiéndose el libro mantenido intacto, los sociólogos de andar por casa pueden, en general, defender ciertos estereotipos simplemente señalando esta obra. En cuanto a los intentos por tumbar el libro, la mayoría de sus críticos se centran en su razonamiento o sus fuentes (o en las asociaciones de los autores con las fuentes más notorias). Pero esos puntos deberían tener una importancia secundaria a la hora de efectuar una crítica completa. Permítanme aclarar mi garganta.

«The Bell Curve» apoya el prejuicio en virtud de lo que no dice. En ninguna parte del libro se explica por qué se investigan las diferencias raciales en el coeficiente intelectual. Al no exponer nunca una razón para informar sobre estas diferencias en primer lugar, los autores transmiten una conclusión tácita pero inequívoca: la raza es un indicador útil sobre la probabilidad de que una persona posea ciertas capacidades. Incluso si asumimos que las tendencias de datos presentadas son sólidas, el libro deja al lector, por su propia cuenta, para que deduzca la mejor forma de utilizar estas ideas. El efecto real es condonar tácitamente el prejuicio de los individuos basado en razas.

Y ciertamente los lectores de «Bell Curve» emplearán estos datos raciales. Después de todo, el manejo de los datos está de candente actualidad hoy en día, por la misma razón que impulsan a las personas a tomar mejores decisiones. Yo mismo trabajo en el área de Big Data; fundé Predictive Analytics World, una serie de conferencias internacionales destinadas a impulsar el desarrollo de ciencia de datos a en todos los sectores. Las organizaciones están aprovechando los datos para decidir mejor a quién enviar un correo, aprobar un préstamo, investigar, encarcelar, establecer una cita o medicar. La fe en los métodos empíricos basados en los hechos está creciendo. Como decía William Deming en el siglo XX: «Confiamos en Dios, todos los demás deben aportar datos».

La percepción de los datos puede ayudarte personalmente a decidir en quién confiar, con quien hacer amistad, a quien contratar, alquilar o incluso con quien casarse. Pero hay un nombre para aquellos que basan esas decisiones en la raza de una persona. Y esta etiqueta se aplica incluso si interpretas que las tendencias raciales se derivan enteramente de factores ambientales (en lugar de comulgar con esa problemática afirmación de que hay un componente genético). Esa práctica recibe el nombre de prejuicio.

Y esto no es un discurso propio de la así llamada «policía de lo políticamente correcto». Aunque los prejuicios rompen los tabúes, avanzan como un elefante en una cacharrería y dañan los sentimientos de las personas con su injusticia, eso es sólo el comienzo. Su daño completo llega a extremos mucho mayores. La personalidad y la individualidad son sagradas. Juzgar en base a categorías es el epítome de la deshumanización. Reduce las oportunidades y los medios de subsistencia del individuo, y contribuye a lo que a menudo se convierte en un ciclo de desventajas sistemático y autocumplido para todo un grupo. También reduce el potencial del prejuzgador de evaluar a una persona como individuo simplemente por su comportamiento previo, sus opciones y su carácter. Esta es la razón por la que el concepto «derechos civiles» tiene buena prensa mientras que el término «fanatismo» no.

Curiosamente, «The Bell Curve» promete falsamente que recomendará emplear estas tendencias raciales específicas para sugerir políticas públicas. Si usted resiste la tormenta y consigue avanzar a través de este largo libro, encontrará al finalizarlo que en ningún lugar se recomiendan esas políticas. En el capítulo final (capítulo 22), cuando finalmente se enumeran algunas prescripciones políticas muy anticipadas, no se relacionan con la raza de ninguna manera explícita (¿y cómo podrían?). Las políticas sugeridas incluyen códigos tributarios más sencillos, la disminución de beneficios gubernamentales que pudieran incentivar la maternidad entre las personas de bajos ingresos, y un aumento de los exámenes de inmigración basados en competencias. ¿Quieren decir los autores que el examen a los inmigrantes podría basarse parcialmente en la raza? Para desgracia del libro, esta es al menos una interpretación razonable. Más aún desde que, en un momento previo del libro, se dice: «los inmigrantes latinos y negros están, al menos a corto plazo, ejerciendo cierta presión a la baja en la distribución de la inteligencia».

Merece la pena señalar un asombroso resbalón en el que los autores parecen admitir inadvertidamente que tratar a los negros de manera diferente es excelente (creí que los había cogido con las manos en las masa). Irónicamente, está dentro de una sección en la que se advierte al lector de que una interpretación genética de las tendencias raciales no debería implicar [más] prejuicios sobre los individuos. Cuando se sugiere un experimento mental en el que el lector debe imaginar que sabe que las diferencias de CI se originan totalmente por causas genéticas, los autores sugieren al lector que se pregunte: «Si supiera que la diferencia blanco/negro es genética: ¿trataría a los negros de manera diferente a como lo haría de ser estas diferencias ambientales»? En primer lugar, esto implica claramente que uno puede estar ya tratando a los individuos negros de forma diferente.

Con un cierto silencio misterioso sobre el asunto, «The Bell Curve» estimula a los lectores a prejuzgar por raza. Sorprendentemente, los cientos de páginas de este tomo nunca especifican lo que se pretende hacer con la información acerca de las diferencias raciales, y nunca intentan alejar a los lectores del prejuicio racial. Esa es una forma de supervisión atroz y temeraria, teniendo en cuenta que hablamos de un best-seller de la ciencia popular que abarca de forma amplia un gran número de temas y advertencias, manteniendo en todo momento un estilo de escritura genuinamente proficiente y claro. Así que debemos llamar a este libro lo que es: racista.



29 Comentarios

  1. ¿De verdad está dando a entender este tipo que las empresas de Big Data no tienen ni van a tener nunca en cuenta la etnia de sus «víctimas» a la hora de conceder un crédito o un seguro, cuando hay causas de muerte y de enfermedad estadísticamente mucho más altas en unas etnias que en otras? Ese ataque (farragoso) al que habla del CI por parte del querubín del Big Data es una estrategia farisaica para encubrir sus propias culpas. Reunión de pastores, oveja muerta.

    1. Cuidado con el Big data, es la nueva burbuja, de la cual ya se lleva avisando años.

      Si la metodología es mala, da igual los datos que tengas, la conclusión va a ser errónea, y más en biología (de ahí los principios de causalidad).

      https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16060722

      ¿Hay algún artículo publicado a partir del libro? No me apetece pagar por el libro entero, pero si hubiese algún artículo científico me gustaría verlo.

      1. Yo no he leído el dichoso libro, pero la tesis en la que se basa es bien conocida: que los negros de EE.UU. sacan resultados más bajos en las pruebas del CI, y es un hecho comprobado. El problema es, por un lado el aprovechamiento de esto por parte de supremacistas blancos que si pudieran seguirían colgando a los negros de los árboles, y por otro, cómo encajan estos resultados en las tesis que niegan la mayor de que las razas no existen. El entramado ideológico-frenológico de hace cien años es una ficción absurda e inhumanizante, pero las poblaciones muestran tendencias estadística y genéticamente comprobables. El chico guay del Big Data simplemente se quiere desmarcar de todo lo malo asociable a ello apuntándose a la moda de linchar un libro bastante antiguo (y por ende, que puede resultar superado por nuevos estudios) tirando sólo a argumentos del tipo «es que hiere los sentimientos» porque otros se salen de su campo.

        1. Yo veo dos problemas grandes. El primero es que el CI es eso, un índice, y a la hora de interpretarlo hay que saber lo que significa.

          El otro es que por mucho que se haya querido evitar, el CI es fuertemente etnocentrista. En África hay países con resultados medios borderline, sin embargo no parece que tengan mayores problemas y cuando han recibido una educación, resulta que son personas perfectamente válidas (y cuando no, no son personas deficientes, si no que se desempeñan perfectamente).

          Si recibir una educación aumenta tu CI y no poco, ¿es realmente válido para hacer ciertas afirmaciones?

  2. Le agradezco que se haya molestado en investigar los estudios que mencioné en los comentarios de sus anteriores artículos. Recomiendo ver el documental noruego de divulgación científica Hjernevask. Aquí dejo uno de sus capítulos sobre diferencias raciales:
    https://www.youtube.com/watch?v=FR0xKhxK_8E
    https://vimeo.com/91738330

    Mi postura: Lo negligente es obviar estas diferencias imponiendo un sistema educativo que no se adapte a las necesidades del alumnado. La segregación en las escuelas permite ofrecer programas educativos acordes a las capacidades y limitaciones de los alumnos. ¡Ojo! En las poblaciones blancas también tenemos este problema: la distribución de probabilidad del IQ es una campana de Gauss con tres regiones bien diferenciadas. No se trata de segregar en función del color de piel, sino en función de parámetros que estimen las capacidades cognitivas. Si un chaval negro puntua un alto IQ no se le debería discriminar en este sistema.

    Otro tema es la segregación por sexos, que al parecer, arroja excelentes resultados académicos. Y tiene sentido. Los ritmos de madurez sexual y mental son diferentes entre niños y niñas. Ambos presentan diferentes capacidades cognitivas (pj. chicos presentan mayor cognición espacial y chicas habilidades verbales).

    El problema que usted plantea es ideológico. La segregación atentaría contra su noción de «igualdad» pero los buenos resultados la respaldan. El realismo racial puede beneficiarnos a todos, no sólo al «malvado hombre blanco».

    1. Lo ideológico es decir que ha de haber segregación. Anda que algunos os la dáis de «científicos», y sólo la queréis para servir a vuestra ideología; la segregación de razas, por ejemplo.

      Que ya comentamos en otros artículos, que no tenía por qué haber tal aunque haya diferencias; si no, entre tu raza tú también serías segregado.

      Y sí, muy fiable, videos de youtube. Excelente fuente.

      De hecho, ¿qué demonios hago escribiéndote? Si ni te escriben ya, que no te toman en serio.

      P.D. «Exforocochero? En serio? XD

      1. Defiendo mi postura ideológica al igual que hace el autor del artículo.

        ¿Has leído mi comentario? Defiendo la segregación entre individuos de una misma raza, al igual que la segregación de sexos en las escuelas.

        Un documental de divulgación científica de la televisión noruega (2010) donde entrevistan al propio Charles Murray (autor de The Bell Curve) creo que es digno de ser visto; más aun cuando el artículo que aquí comentamos trata sobre The Bell Curve.

        Supongo que tampoco te tomarás en serio a Steven Pinker, ni tampoco a Richard Lynn. ¡Asunto zanjado! Ridiculicemos sus carreras profesionales, ignoremos los resultados de sus investigaciones y dejemos de debatir sobre diferencias raciales. También podríamos quemar sus libros; eso te gustaría, ¿verdad?

        La genética es un tema tabú para los defensores de la utopía igualitarista.

  3. Pero es que el concepto «raza» es una etiqueta. Si alguien quiere decir que «los hombres blancos con pies planos» conforman una «raza» que camina «peor» que «los hombres blancos que no tienen los pies planos» y que eso muestra que unos superan a otros y por lo tanto son «superiores» pues ya me dirán. Tal vez «un hombre blanco con pies planos» tenga que hacer algunos esfuerzos extras(o no) para caminar y moverse normalmente pero es capaz de hacerlo(y superar a muchos sin pies planos) y por lo tanto cualquier «superioridad» establecida por crecer o no crecer con el pie plano es un delirio. Y se pueden hacer estudios estadísticos y científicos completamente serios sobre todo este tema que además se basa en un hecho perfectamente medible(a diferencia de la inteligencia) que puede definirse con nuestras unidades de longitud y angulares como lo es un pie plano. Le podemos poner «The pie curve» si quieren….. Lo agregamos al big data y adivina adivinador…. No faltará el pringado que se crea la bazofia y comience a discriminar a gente blanca con pie plano.
    Esta estupidez estadística es similar: y si alguien me dice que el CI mide la inteligencia, entonces que me muestre la conversión del CI a las unidades SI(eso es lo que significa medible sin lugar a dudas realmente). En «The pie curve » al menos determinar cuando un pie es plano podemos expresarlo en unidades SI. Tal vez «The pie curve» sea más relevante que «The bell curve» al tratar de algo medible sin lugar a dudas. ¿O será que concluir lo que algunos quieren concluir de ambos estudios(uno imaginado) es una estupidez?

    1. Se pueden definir poblaciones genéticas, por lo tanto tiene sentido emplear la etiqueta «raza», aunque es preferible el término «etnia».

      Wikipedia: En genética humana, los haplogrupos más comúnmente estudiados son los haplogrupos del cromosoma Y (ADN-Y) y los haplogrupos del ADN mitocondrial (ADNmt), los cuales pueden ser usados para definir poblaciones genéticas.

      Las clasificaciones de los haplogrupos humanos de cualquier clase basados en marcadores genéticos, específicamente por medio de polimorfismos por cambio de un solo nucleótido,

      1. Esa distinción que haces entre ponerle «raza» o «etnia» o «cuchifli» o «mengano» da igual. Una etiqueta es solo eso. Lo importante en ciencia no es «la etiqueta» que le pones a algo. Son las relaciones lógicas basadas en los hechos entre las etiquetas.
        A ver: el dichoso librete dice que el CI no es uniforme estadísticamente entre razas(etnias, cuchiflis o lo que te da la gana). Es decir que hay razas que estadísticamente muestran tener mejor CI que otras. ¿Y? Tener más o menos CI no es un impedimento para poder razonar. Tal vez a algunos les cueste más o menos, pero en el mundo todas las cosas no dependen del talento que tengas para algo. Dependen en mayor medida del trabajo y determinación para obtenerlas y esto está demostrado: Alekhine no era ni de coña el jugador de ajedrez más talentoso de su generación y a base de trabajo y determinación consiguió derrotar a Capablanca(que era el jugador más talentoso de su generación sin lugar a dudas que no fue gratis tampoco: hasta los 22 años trabajo duro sobre todo en los finales de partida para ser el mejor jugador del mundo, aunque su talento natural destacaba sobre el resto).
        Y si las cosas en el mundo dependen en mayor medida del trabajo y la determinación(y por supuesto de que estén dadas algunas condiciones externas básicas) ¿que sentido tiene segregar por «razas», «cuchiflis» o lo que quieras? Una persona con capacidad de trabajo y determinación se diferencia del resto sin necesidad de segregación alguna. Esas capacidades, si además es más inteligente que el resto, le pondrán en un lugar destacado sin necesidad de segregacionismos ni idioteces varias. Ni Einstein, ni Asimov, ni Bohr, ni muchisimos más necesitaban en absoluto segregar para destacarse sobre el resto.
        De hecho, realmente los segregacionismos hicieron que Einstein perdiera tiempo que pudo haber dedicado a hacer más física teniendo que huir de su país natal en el que era segregado por hacer «física de Judios»(hay que ver lo «brillantemente» estúpidos que eran estos de la «raza superior») . Menuda broma.
        La inteligencia no necesita de segregacionismos para destacarse. El que es inteligente si además trabaja y tiene determinación se destaca sin más.

        1. El CI es un cociente entre dos magnitudes con las mismas unidades, y no tiene unidades. Que la «inteligencia» no sea reducible a unidades del SI no significa que no puedas hacer ciencia con ella. Es decir, puedes definir operacionalmente la inteligencia (que es algo abstracto) como lo que miden los test de inteligencia. La inteligencia, como digo, es algo abstracto: como el amor, la libertad, la felicidad, etc. Discutir en estos términos no tiene ningún tipo de interés científico. En cambio, discutir en términos de medidas bien definidas operacionalmente tiene sentido. Esto es lo que mejor saben hacer los físicos. Además, lo que sea que miden los test de inteligencia, cumple con las principales propiedades que uno esperaría de una inteligencia (entendida abstractamente). Miel sobre hojuelas.

          Lo que dice exforocochero arriba no es del todo cierto. La forma idónea de definir poblaciones es mediante ADN autosomal. Midiendo el ADN autosomal se podría definir, si se quisiera, el objeto raza; por ejemplo, en términos de distancias en análisis de componentes principales. Este tipo de procedimiento es mucho más robusto que por ejemplo la taxonomía, rama de la ciencia a la que nadie pone objeciones.

          Una vez uno dispone de medidas operacionalmente bien definidas y que sabe cómo se comportan puede buscar correlaciones, hacer estudios de asociación, etc, entre su conjunto de observables que buscan medir esas cantidades abstractas como la inteligencia o similares, pero que ahora están en el tablero del discurso científico (y no en el sucio tablero del discurso político) sobre una base mucho más firme (como el CI), y los clusters poblacionales que emergen de manera natural en los analisis del genoma, e interpretarlas, tanto en el tablero científico como fuera de él, si es lo que gusta.

          Quien quiera ignorar la evidencia y bloquear el trabajo científico en base a objecciones morales (como este artículo), igual que se hace en otras disciplinas como la ingeniería genética (los recientes obstáculos que ha encontrado CRISPR en su aplicación a embriones, por ejemplo, cuyo resultado ha sido que ahora China es quien está en la vanguardia), quizá debería caer en la cuenta que cuantas más objecciones moralistas se pongan a un tema, más probable es que este tema acabe llamando el interés de la gente de STEM (rollo James Damore), porque solemos ser osados y muchos pensamos que solo es doloroso aquello que esconde una profunda verdad y, de forma natural, nos gusta ir contracorriente.

          Si alguien de verdad piensa que el CI no representa nada que se atreva a abrir la veda de utilizarlo en la selección de personal en empresas. Ahí, en el mercado, con «the skin in the game», veríamos si es una medida robusta, o no, de algo que interpretamos como inteligencia. El debate moralista está agotado. Lo que procede en un blog de ciencia es, o bien ciencia, o bien impulsar un «espiritu» crítico y escéptico. Ninguna moralina oficial debe bloquear un debate científico, que hasta a otra altura.

          Por cierto, hasta hace poco en Naukas se anunciaba Mensa. A ver si nos vamos a perder anunciantes con la moralina.

          Un saludo y mantengamos \hbar = c = 1, por favor.

  4. Humildemente, me permito recomendar la lectura de un magnífico libro de divulgación escrito por Stephen Jay Gould, «La falsa medida del hombre», en la edición revisada de 1996 de la obra original de 1981.

    Supongo que la mayoría conocerá, aunque sea de oídas, al Dr. Gould. Para los que no lo conozcan fue un paleontólogo y biólogo evolutivo y profesor en Harvard durante muchos años. Además, desarrolló una reconocida actividad de divulgación científica en medios de comunicación estadounidenses generalistas a lo largo de varias décadas.

    En la edición revisada del citado libro, el Dr. Gould le da un más que merecido «repaso» a «The Bell Curve».

    Me fastidia y, al mismo tiempo, me fascina la permanencia de estos prejuicios racistas en nuestras opulentas y «desarrolladas» sociedades occidentales: En el siglo XIX se recurría a medir externamente las cabezas para pontificar la superioridad del hombre blanco, décadas más tarde, se retuercen datos sobre índices tan limitados como el de CI, a mediados del siglo XX, el determinismo genético entra en acción…

    Se admiten apuestas sobre la naturaleza de los próximos pretextos supuestamente científicos en los que los racistas intentarán basar sus ¿argumentaciones?

    Saludos cordiales,

    1. También hay buenos repasos a Gould.

      ¿Qué objeción teórica puede haber a esto? :

      (1) Define inteligencia_i operacionalmente. Mide inteligencia_i. Estudia sus distribuciones. Busca correlaciones. Relaciona los resultados con otras medidas.

      Por otro lado, el procedimiento de los negacionistas de la biodiversidad humana es el siguiente:

      (2) No defino inteligencia operacionalmente. Para mí inteligencia es tan abstracto como solidaridad, amor, espiritualidad y demás. No hago medidas. Postulo que todos somos iguales en términos de la inteligencia que no he definido. Golpeo con mi ética a quién funciona como en (1).

      Me resulta sorprendente que la gente de ciencias escoga interesarse por (2) antes que por (1) en su aproximación para entender las cosas.

      1. Me gustaría que ampliases las objeciones a las críticas de Gould a «The Bell Curve». Hace tiempo que leí el libro de Gould y, en su momento, no recuerdo haber tenido la sensación de que «había una mosca en la sopa» al leer el capítulo que le dedica a «The Bell Curve»…

        Por lo que se refiere a la medición de la inteligencia, no estoy de acuerdo contigo. Si algo ha hecho «la gente de ciencias» en los últimos tres siglos es tratar de medir la inteligencia de algún modo.

        A medida que el conocimiento sobre la inteligencia en particular y la neurociencia en general ha ido avanzando, los resultados generados han hecho que «la gente de ciencias» se replantee lo que pensaba correcto en el pasado (como en cualquier disciplina científica).

        Que a día de hoy, aún no se disponga de una manera mayoritariamente aceptada de medir la inteligencia (me refiero a tratar de medir la inteligencia con un único dato numérico, tipo CI), significa sencillamente eso: que «la gente de ciencias» sigue dándole vueltas al asunto. Paciencia.

          1. Parece que ha habido un problema y no aparecen los dos párrafos en inglés. Son estos:

            However, this study was reviewed in an editorial in NATURE, which recommended a degree of caution, stating «the critique LEAVES THE MAJORITY OF GOULD’S WORK UNSCATHED,» and noted that «because they couldn’t measure all the skulls, they do not know whether the average cranial capacities that Morton reported represent his sample accurately.» The journal stated that Gould’s opposition to racism may have biased his interpretation of Morton’s data, but also noted that «Lewis and his colleagues have their own motivations. Several in the group have an association with the University of Pennsylvania, and have an interest in seeing the valuable but understudied skull collection freed from the stigma of bias» and did not accept Gould’s theory «that the scientific method is inevitably tainted by bias.»

            A 2014 review of the paper by University of Pennsylvania philosophy professor Michael Weisberg, tended to support Gould’s original accusations, concluding that «there is prima facie evidence of a racial bias in Morton’s measurements». Weisberg concludes that although Gould did commit mistakes in his own treatment, Morton’s work «remains a cautionary example of racial bias in the science of human differences».

  5. Exforocochero:
    En algún hilo anterior a éste afirmaste:
    – » No todas las cadenas de nucleótidos son dignas de ser preservadas.»

    En éste hilo dices:
    – «El problema que usted plantea es ideológico. La segregación atentaría contra su noción de “igualdad” pero los buenos resultados la respaldan. »

    Definitivamente, no.
    No es un problema ideológico… es un problema ETICO.
    Y si quieres encontrarte con la tragedia ética subyacente en este tema, aquí tienes un ejemplo:
    http://www.bbc.com/mundo/media-41124649

    Por lo tanto, TODAS las cadenas de nucleótidos son dignas ser preservadas.
    Cualquier otra postura ética lleva inexorablemente, tarde o temprano, a situaciones como las de la noticia enlazada.
    No se trata de «resultados que lo respalden».
    Se trata de dignidad humana.
    Todo intento de segregar por «raza», o por cualquier otra «diferencia», debe ser condenado.

  6. A ver: si alguien me dice que el IQ es una definición operacional de inteligencia, entonces se entiende que lo que dice es «inteligencia es lo que mide el IQ» así como en física cuando se tiene una definición operacional se tiene por ejemplo que «fuerza es lo que mide el dinamómetro».
    Ahí no hay discusión posible porque la diferencia es semántica: yo entiendo por definición conceptual(no operacional) de inteligencia como la capacidad de resolver problemas(vengan como vengan los problemas, del tipo que sean). Esa capacidad no la veo reflejada en el IQ. Un IQ alto no implica necesariamente éxito en la vida y eso significa que no necesariamente alguien con un IQ alto puede resolver todos los problemas que se le presentan. Determinados tipos de problemas se le atragantan y su éxito en la vida queda truncado.
    De todas formas una definición así de inteligencia es como la definición de «belleza » en los concursos de Miss Universo. Se definen unos parámetros subjetivos mediante los cuales digo alguien es «bello» cuando cumple «tales condiciones» y luego examino a las candidatas y quien cumpla esas condiciones subjetivas que he definido apriori es «bella» de la mejor forma, gana el concurso. Definiciones operativas puede hacer uno muchas así. Y efectivamente creara mediciones abstractas(cuerpo, cara, caminar, tetas, etc) sobre conceptos abstractos(belleza).
    Pero esto no es ni mucho menos una definición operacional como las definiciones operacionales de la física: en los concursos de belleza suelen salir Miss Universos de muy variadas características, y así también gente de IQ igual no necesariamente son capaces de resolver los mismos problemas. Incluso gente de IQ más bajo puede tener mejor éxito(incluso en el campo científico) en la vida que otros de IQ más alto, y eso está definido es por su capacidad de trabajo y determinación para conseguir metas no por otra cosa.
    En cambio en física si el dinamómetro me dice que mido 50 Newton en Camberra, son los mismos que medidos en Beijing o en New York. Ni siquiera me cuenten que «la definición operacional» de inteligencia es del mismo tipo que las de la física e igualmente objetiva porque no me lo creo ni poquito. Dos personas con el mismo IQ no necesariamente resuelven el mismo tipo de problemas(fallan o aciertan en cosas diferentes con el mismo IQ ) y eso indica lo impreciso de la definición.
    Pero lo repito: es cuestión de semántica. Si alguien decide que «inteligencia es lo que mide el IQ» y quiere creer que esa definición operativa es igual de objetiva a los Newtons, los Kelvin, los metros, etc , entonces hay que pedirle cual es su unidad patrón(en alguna cosa como frecuencia del Kriptón o como el peso patrón, etc) y los métodos de medición que me dan esos valores precisos y por supuesto su relación con las unidades fundamentales(algo básico si es tan objetivo como las ciencias físicas). Si no cumple con esos parámetros esa definición operativa de inteligencia es tan operativa como la definición de «belleza» en los concursos de belleza.

    1. Totalmente de acuerdo.
      Ahora, sumemos a esa arbitraria «medición» de inteligencia, la «ideología» de algunos que opinan que «algunas cadenas de nucleotidos no son dignas de ser preservadas», y ya tienes un combo perfecto para imponer la supremacía étnica de algunos sobre otros.

    2. Veo que más o menos nos entendemos.

      Cuando dices que crees que alto IQ no implica éxito en la vida. Bueno, estadísticamente sí. Hay resultados para aburrir que apuntan en esa dirección.

      Las mismas objeciones que pones a la medida de la inteligencia se podrían poner a la medida del tiempo, por ejemplo. Uno siempre puede decir, y suena muy posmo, que el tiempo no es lo que miden los relojes. El tema es que da igual lo que uno crea que es el tiempo. Lo que importa es que a través de lo que miden los relojes (que tampoco son perfectos) se puede construir una teoría geométrica de la gravedad y dar cuenta de los fenómenos. La ciencia consiste en utilizar un conjunto de observables para caracterizar el objeto de estudio y poder predecir (o al menos postdecir, como ocurre en cosmología) su evolución a partir de unos datos iniciales. La medida del IQ es una de las medidas más robustas de la psicología y no es ni por asomo la medida menos robusta utilizada en el conjunto de las ciencias, aunque sí probablemente la más controvertida. Y si es la más controvertida es por la sencilla razón de que afecta a un asunto humano y muy politizado en la línea de desmontar los fundamentos antropológicos magufos de un discurso dominante que piensa que su posición moral es relevante en el ámbito del estudio y del discurso científico, extendiendo su intolerancia al ámbito académico, donde promueve el linchamiento, la censura, la estigmatización y el despido. Los tostones moralistas, insisto, no tienen relevancia científica. Los «divulgadores» que creen que su misión es pastorear moralmente al lector en lugar de ponerle al tanto, de manera objetiva, del estado del arte de los temas científicos de forma que éste pueda sacar sus propias conclusiones simplemente está pervirtiendo la divulgación y poniéndola al nivel del periodismo, donde el el pastoreo moral está tan normalizado que está presente incluso en las noticias.

      1. Rorcual, ¿por qué dices que la medida del IQ es de las más robustas de la psicología? Puedes explicarmelo? ¿Algún enlace para leer más sobre el tema? gracias

  7. Está claro que si hay casos particulares en los cuales falla la teoría pues ya estuvo que no hay teoría. Para eso en ciencia las teorías son falsables. Correlación estadística no es causalidad.
    No, no puedes poner las mismas objeciones. Si alguien me dice que «tiempo no es lo que miden los relojes», pues como quiera: yo usaré «lo que miden los relojes»· con la precisión que necesite para las utilidades que requieran «lo que miden los relojes» Y me va a importar bien poco lo que piense cualquiera sobre si eso es o no es tiempo(eso es una discusión semántica estéril). Se que «lo que miden los relojes» tiene como unidad el segundo y que si necesito medir 10,0 segundos, los podré medir con esa precisión en donde se me pegue la regalada gana en el planeta Tierra e incluso fuera de el y que podré relacionar eso con otras variables físicas(que igualmente me va a importar bien poco si alguien dice que «la masa no es lo que lo miden las balanzas» o la «longitud no es lo miden los metros») para obtener información objetiva del mundo que me rodea.
    Por eso si alguien dice «inteligencia es lo que mide el IQ» y le va a dar el estatus de objetivo a esa variable se le pide lo mismo: su relación lógica con el resto de variables físicas existentes. A mi me va a importar bien poco como se llame «lo que mide el IQ» mientras tenga una unidad patrón con los procedimientos precisos a seguir para obtener una medida con esa unidad patrón, y exista alguna relación de causalidad con las variables físicas conocidas expresable matemáticamente. Si no tiene esas condiciones «lo que mide el IQ» entonces o falta investigar para encontrar esas relaciones o a lo mejor el IQ no mide nada que pueda ser considerado objetivo.
    Yo me inclino por lo segundo. Igual cuando me enteré que alguien encontró la unidad patrón de la inteligencia expresable en las unidades básicas que usamos para obtener información objetiva del universo volveré sobre el tema. Yo lo dejo aquí porque considero que discutir sobre diferencias semánticas es estéril. El significado de las palabras en una discusión es como un axioma: si dos personas tratan sobre un tema y semánticamente el significado de sus palabras no coincide pues cada una esta hablando de otra cosa. No hay modo en que se entiendan. SI tu entiendes por «inteligencia» «lo que mide el IQ» pues vale.

  8. Cito algunos conceptos de la entrada sobre Cociente Intelectual de Wikipedia (versión español):
    https://es.wikipedia.org/wiki/Cociente_intelectual

    «Al contrario de lo que se suele pensar comúnmente, el CI no es la inteligencia de una persona, sino un estimador de inteligencia general. Algunos autores consideran que el cerebro humano es lo suficientemente complejo como para no poder mesurar la inteligencia con un único factor».

    «Las diferencias étnico-raciales son significativas en un mismo nivel socio-económico, pero se desconoce la causa.»

    «Es importante aclarar que el cociente intelectual no se puede utilizar como sinónimo de inteligencia, pues es solamente un estimador de la misma. Sin embargo, en la mayoría de lecturas no profesionales se comete el error de tomarlo como si fuera lo mismo.»

    «Investigadores de la Universidad Western de Canadá y el Museo de Ciencia de Londres llevaron a cabo «el mayor estudio para medir la inteligencia» realizado hasta el momento, llegando a la conclusión de que la prueba del cociente de inteligencia resulta altamente engañosa.
    […]
    Los resultados del estudio sugieren que las pruebas de CI tienen «fallas fundamentales» porque no toman en cuenta «la compleja naturaleza del intelecto humano con todos sus distintos componentes»

    Aún así, algunos pretenden asociar este cuestionado parámetro, con otro parámetro aún mas difuso como la «raza» y sacar conclusiones al respecto.
    Definitivamente no creo razonable hacer ese tipo de correlaciones.

  9. En este blog veo que muchos decís que no existen las razas. Sin embargo, hoy hablando con un médico me dice que ellos por ejempo consideran la raza negra como «factor de riesgo» a la hora de tratar problemas cardiacos, puesto que parece que se da mayor porcentaje de casos problematicos en raza negra que en otras razas.

    No sé si me he expresado correctamente, pero creo que queda claro lo que quiero decir. Esto es, parece que sí existen las razas, puesto que hay diferencias entre unas y otras

  10. Tanto les duele la Verdad científica, que solo les queda ningunear, negar o caricaturizar el trabajo de científicos serios y talentosos, tan solo por anteponer su miserable corrección política? «Prejuicios», «racismo», «discriminación», «exclusión» y demás frases que pretenden negar la realidad viva de las diferencias raciales? Cada raza es diferente y tiene sus ventajas y desventajas. Negar esto en aras de un igualitarismo absurdo…solo complica mas a la sociedad. Las diferencias están ahí, duela a quien le duela!

    1. La «verdad científica» no duele. Lo que si puede molestar un poquito es la «posverdad científica» que es otra cosa: para empezar NO ES verdad, sino una colección de mentiras que intentan parecer «científicas» y están lejos de serlo.
      Ya te digo: etiquetas puede poner cualquiera(raza, etnia, de color, etc….). Pero relacionarlas lógicamente de modo correcto y práctico y que además hablen de algo científico es harina de otra costal. En mi caso no tengo problemas con la palabra «raza»(llámenle como quiera, chufli, etnia o lo que sea. La palabreja es lo de menos) para diferenciar grupos de humanos de otros. Pero las diferencias que algunos quieren sacar entre ellas, basados en la medición del IQ se las están sacando de la punta del ombligo a no ser que demuestren la relación lógica del IQ con cositas más concretas como longitud, masa y tiempo. Es que es bien conocido que se hace ciencia cuando se relacionan causalmente unas variables con otras, no cuando a partir de una correlación me saco una relación causal del ombligo.

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