Dermatólogos alertan contra el sesgo cutáneo de los malos cinematográficos

Por , el 5 abril, 2017. Categoría(s): Educación/Opinión ✎ 9

Tres míticos malos de cine y sus problemas epidérmicosDe no ser por mi diaria lectura de The Guardian, no me habría dado cuenta de cierto sesgo epidérmico que suele afectar a los villanos del cine. Muy habitualmente se muestra a estos personajes con problemas cutáneos, y para muestra la imagen que abre este post. Tanto la malvada bruja del oeste («El mago de Oz»), como Darth Vader («Star Wars») o Reagan MacNeil («El Exorcista») muestran en mayor o menor grado, diversas afecciones epidérmicas: alopecia, verrugas, llagas, cicatrices, laceraciones, hiperpigmentación, etc.

Obviamente algunos dermatólogos no están contentos con esta asociación entre la «podredumbre interior de un personaje» y el aspecto de su piel. Por eso, un grupo de investigadores liderado por Amthor Croley acaba de publicar un trabajo en la revista JAMA Dermatology en el que se han tomado la molestia de comprobar si, en efecto, la industria del entretenimiento cinematográfico abusa o no de esta asociación entre ser un villano y «tener la piel hecha unos zorros».

Dispuestos a encontrar la respuesta, han elaborado una lista con los 10 personajes más «chungos» paridos por Hollywood y su condición cutánea. ¿El resultado? Va a ser que sí, 6 de los 10 malos más malos de la historia del cine sufren problemas de piel. Como era de prever, esa proporción no se da ni por asomo cuando hablamos de los héroes de la historia del cine. Entre los 10 héroes más grandes de la historia del cine solo dos, Harrison Ford como Indiana Jhones en «En Busca del Arca Perdida» y Humphrey Bogart como Rick Blaine en «Casablanca» lucen cicatrices, y en ambos casos no venían impuestas por el papel sino que pertenecían a los actores.

los 10 malos más malos de la historia del cine¿Tienes curiosidad por saber cuales son los 10 malos malísimos del cine para Hollywood? Pues auqí van: Hannibal Lecter («El silencio de los corderos»), Norman Bates («Psicosis»), Darth Vader («Star Wars»), La malvada bruja del Oeste («El Mago de Oz»), la enfermera Ratched («Alguien voló sobre el nudo de Cuco»), el señor Potter («¡Qué bello es vivir!»), Alex Forrest («Atracción fatal»), Phyllis Dietrichson («Perdición»), Regan MacNeil («El exorcista») y la reina madrastra («Blancanieves y los siete enanitos»). Como comentado, seis de ellos muestran problemas cutáneos tal y como podéis leer en la lista superior.

En vista de esta correlación, involuntaria o no, no es de extrañar que los dermatólgos aboguen por un poco más de equilibrio a la hora de hacer cine. ¿Por qué no puede desempeñar el papel de padre, profesor, o incluso presidente, alguien que tenga un problema cutáneo? En nombre de todos los que hemos tenido alguna vez espinillas, herpes, o dermatitis, mi apoyo para estos héroes del mundo real con bata blanca.

Ahí lo dejo…



9 Comentarios

  1. … ni los «héroes»/»heroinas» en el mundo real tienen las facciones perfectas y están como un tren, ni las/los vigilantes de la playa están para un repaso … etc

    Ni todos los crímenes se comenten en las calles de New York, Los Angeles o Chicago, en el resto del mundo también pasan cosas, buenas y malas.

    La gente no tiene la vida tan intensa que se muestra en las películas, el resto del mundo somos gente normalita, pero si hiciesen una película sobre mi vida, no la vería ni mi madre. Se tienen que inventar unos héroes y antihéroes para que la gente vaya al cine a pasar el rato.

    Pero es que en los catálogos del supermercado también maquillan los alimentos (frutas, verduras …) para que parezcan más apetecibles … hay que vender

  2. Pues si que son quisquillosos los dermatologos. Que entre 10 malos, 4, casi la mitad, tengan la piel normalita no creo que sea nada raro. Más bien les humaniza, los hace más normales. Y por otra parte como son malos, son malos para todo. No veo a Dark Vader dándose crema hidratante todas la mañanas mientras planifica como acabar con las bases rebeldes.

    Además, no es solo culpa del cine. En otras artes, escultura, literatura y pintura sucede lo mismo. La cara es el espejo del alma, según el clásico, y por tanto, si quieres reflejar la maldad le añades a tus personajes cicatrices, manchas, deformidades ¿como son las brujas de Goya o los piratas de Stevenson o los enemigos de los tres mosqueteros?

    Lo raro no es que los malos tengan manchas, cicatrices o lesiones faciales sino que sean los «buenos» los que siempre vayan con el photoshop de la perfección incorporada. Esto es lo que deberia mosquear a los dermatologos y no los lunares de los malos. Tanta perfección es irreal, casi fantasmagorica.

  3. «Como era de preveer, esa proporción…»

    Preveer no existe, se dice prever, formado por el prefijo pre- y el verbo ver, y se conjuga como el verbo ver más el prefijo pre-.
    Creo que se cruzó el verbo proveer.

    Cometí el mismo error hasta que me corrigieron.

  4. El octavo no sé pero el pelo rojo del noveno tiene su justificación porque se asociaba antaño a los pelirrojos con la brujería y el Diablo -por eso hay vocalistas de Heavy Metal que se tiñen el pelo de rojo aunque imagino alguna será así de nacimiento-

    Deberían también haber tenido en cuenta que a Vader (en el Retorno del Jedi es como se le ve en la foto) se le ve pocas veces sin la armadura y que no es así de nacimiento (combate en Mustafar contra Obi Wan Kenobi, que le dejó mucho peor que la piel así)

    No me parece en absoluto que pruebe algo. Ya se sabe que los feos suelen tener consideración así (la Bestia y tantos otros)

  5. Me da la impresion de que la entrada y comentarios no reflejan suficientemente el punto clave: que los dermatólogos critican la asociación entre (mala) conducta y (mal) aspecto físico, la cara es el espejo del alma; obviamente enfermedades de la piel en este caso.
    La industria de entretenimiento de masas podría contribuir a la difusión de prejuicios o discriminación hacia todos los que tenemos enfermedades de la piel. No es un capricho de dermatólogos, es la gente.

  6. Un problema añadido que tenemos los afectados por afecciones dermatológicas es la falta de autoestima, provocada por el rechazo social. Estamos estigmatizados en parte por el miedo de los demás a que les contagiemos, o algo así. Si además de esto en la ficción se nos asocia con la maldad, ya estamos servidos.

    Hasta en «La bella y la bestia», que parece la excepción que confirma la regla, la bestia termina volviendo a ser príncipe, tanto rollo para volver a lo de siempre, seres de luz que de tan perfectos se vuelven irreales.

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