A finales del año pasado los aficionados a la exploración espacial no teníamos otro tema de conversación que la misión Rosetta, y el destino de su pequeño acompañante el módulo Philae, quien recordemos fue capaz de aterrizar sobre el cometa 67P y detectar moléculas orgánicas de forma épica, antes de quedarse sin batería.

Ya en aquel momento advertimos que la muerte de Philae era temporal, y que probablemente a medida que el cometa se acercase al sol, su cambio de posicionamiento apartase las sombras de los riscos que impedían el funcionamiento de los paneles solares de Philae. Y hoy mismo hemos recibido con júbilo esa noticia. Esta mañana, la ESA ha publicado una breve nota de prensa informando de que Philae ha despertado de la hibernación.

Literalmente afirman:

Las señales (de Phile) se recibieron en el Centro de Operaciones Europeo de la ESA en Darmstadt a las 22:28 hora centroeuropea del 13 de junio. Los equipos del Centro de Control del Módulo han analizado más de 300 paquetes de datos en el DLR (Centro Aerospacial Alemán).

Philae lo está haciendo muy bien, tiene una temperatura de -35ºC y 24 vatios disponibles, por lo que el módulo está listo para efectuar operaciones. Durante 85 segundos, Philae «habló» con su equipo de control en tierra vía Rosetta, en lo que ha sido el primer contacto desde que entró en hibernación en noviembre.

Los científicos esperan con expectación el próximo contacto, porque todavía existen 8000 paquetes de datos en la memoria de Philae pendientes de envío, que darán información a los técnicos de lo sucedido estos últimos días en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.