Charlando de música con Joan Valent

Por , el 19 marzo, 2012. Categoría(s): Personal ✎ 5

joan valent
Estas cosas que tiene la vida. Un aficionado a la música clásica se enamora de una obra contemporánea, localiza al autor (todo un figura) en twitter, le hace unas preguntas, y nace una conversación de esas con las que se aprende mucho. Él es Joan Valent, y yo un hombre satisfecho.

Antes de publicar las respuestas que este genio mallorquín me ha enviado “a contrarrembolso” de un simple cuestionario, os contaré que me enamoré de la clásica instrumental (de la Ópera ya lo estaba) cuando me dio por escuchar un CD de la Deutsche Grammophone que venía de regalo con el equipo de música (un armatoste Phillips que en su día era una maravilla) con el que mis padres me obsequiaron por buenas notas al acabar 8º de EGB. Era el «Scherezade» de Rimsky Korsakov, y de regalo venían las Danzas Polovtsianas de Borodin.

Desde entonces comencé a comprar discos, la mayoría del sello Naxos, que eran accesibles a mi bolsillo siempre vacío. Sin embargo, de tanto en tanto, juntaba un pequeño capital y me iba a feliz a la ahora cerrada “Discoteca” a comprarme una sinfonía de Beethoven dirigida por Karajan para la Deutsche.

Quede claro pues que soy un mitómano del sello alemán.

En fin, dejemos de hablar de mi y comencemos a hablar de Joan. Reconozco que antes de iniciar la entrevista consulté su perfil en Wikipedia. La primera frase que puede leerse es: «Joan Valent es el único español vivo [cuya obra] publica la compañía de música clásica Deutsche Grammophon».

Eso impone, claro… y a colación de eso le pregunté:

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kaiassa

M.A. – Buenas tardes Joan. Ya ve usted, nuestros políticos intentando dorarle la píldora todo lo que pueden a los alemanes, para ver si nos toman por serios en lo económico, y aquí usted publicando para el mítico sello amarillo sin despeinarse. El primero en hacerlo en vida después de Joaquín Rodrigo. Eso solo puede significar que a usted le sobra talento, pero por favor, cuéntele a un mitómano como yo ¿Qué sintió cuando le dijeron que Kaiassa entraría en su catálogo?

J.V. – El proceso de ingresar en DG fue largo, cinco años antes de la edición del disco, su presidente, Michael Lang, vino a escuchar un concierto que di con el Ars Ensemble en Madrid, fué entonces donde quiso conocerme y cuando empezamos a hablar de la posibilidad de trabajr juntos. Claro, esos alemanes van muy lentos, y desde ese momento a la edición del disco pasaron muchas cosas en mi carrera, se publico con Warner el disco “Insula Poetica”, con Ara Malikian y Suso Saiz, estrene varias obras, películas, etc, al llegar el momento me alegre mucho, pero era algo esperado desde antaño, no fué una sorpresa de esas que te quitan el aliento, fue algo muy premeditado.

M.A. – En 1996 funda usted Ars Ensemble, un grupo de de cámara que el profano podría asociar erróneamente a la música medieval por aquello del parecido en el nombre con Ensemble Project Ars Nova, sin embargo nada más alejado de la realidad. En sus interpretaciones se pueden encontrar una mezcla ecléptica de estilos. Acompañamiento con timbales, voces femeninas típicamente mediterráneas (María del Mar Bonet, por ejemplo), folk balear y ritmos exóticos. Ayúdeme por favor ¿Cómo definir estilísticamente a esta agrupación? ¿En qué escuela le encuadro a usted como compositor?

J.V. – Bueno, el Ars Ensemble surge de la necesidad y de la imitación a modelos americanos. Al regresar de Los Angeles y Nueva York donde estudié, decidí instalarme en Madrid, es donde la industria se expandía musicalmente, conciertos, instituciones culturales, películas, arreglos. Pero al llegar aquí constaté que era muy difícil formar parte de esa industria. Desde el punto de vista conceptual mi estilo musical, derivado del minimal Americano y polaco tenía poca cabida en la música contemporánea que aquí se realizaba, más ligada a la tradición centroeuropea. Y en lo que se refiere al mundo discográfico y cinematográfico, buff, eso si que era complicado, yo no era nadie, y compositores como Bernardo Bonezzi, Alberto Iglesias, Suso Saiz, José Nieto, tenían muy bien establecidas sus carreras con los directores del momento. Estuve a punto de regresar a USA, pero precisamente fueron Alberto Iglesias y Suso Saiz quienes me convencieron que me quedara, que tuviera paciencia y elaborara un plan. El Ars Ensemble, fué parte de ese plan, al no poder encontrar formaciones musicales estables y dependientes de instituciones que me estrenaran obra, me la inventé yo, para poder conseguir conciertos y que se escuchara mi música, y como te decía antes, imitando a Steve Reich, Philip Glas, Nyman y otros tantos compositroes anglosajones, me monté mi ensemble. Fué una época maravillosa y dura a la vez.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=PhrceMqLlok[/youtube]

M.A. – Si Mussorgski, Rimski-Korsakov, Borodin, Balakirev, y compañía conforman lo que en clásica se conoce como nacionalismo ruso. ¿Se hablará de usted en el futuro como un nacionalista mallorquín? Que conste que no lo digo porque sea usted el compositor del himno oficial de la comunidad autónoma balear, sino porque he llegado a oir decir (y estoy de acuerdo) que de Mallorca lo más exportable son las ensaimadas, Miquel Barceló y Joan Valent.

J.V. – Vaya, los exportadores no se han puesto en contacto con mi manager… mmmm…

No creo que mi música se nacionalista, es más bien personalista, y claro, soy mallorquín, y eso tiene un componente de territorialidad emocional inmenso. Al escribir música no puedo evitar acercarme de algún modo al quehacer sonoro de mi entorno, pero considero mi entorno todo el Mar Mediterráneo, no sólo Mallorca. Eso si, lo focalizo en Mallorca, donde crecí y deseo siempre volver. Y respecto al himno, no es el official, fué un encargo de un gobierno que si tenía esa intención, con consenso claro, pero ese gobierno cambió y ya sabes como somos los españoles, pasó al cajón de los recuerdos.

la chispa de la vida

M.A. – Le confieso también, que hubo un tiempo en que pensé que la clásica dejaría de componerse. Creí que después de Bernstein, Gerswin o Poulenc llegaba el vacío. Que tal vez tendríamos que empezar a considerar adaptar para orquesta las composiciones de Los Beatles, o de Eagles. Pero no, entonces descubrí que los compositores de bandas sonoras estaban haciendo lo mismo que en su día hizo Chaikovski con el ballet. Ahí están Brian Easdale, Maurice Jarre, o más recientemente John Williams, Michael Nyman. Usted mismo ha compuesto varias bandas sonoras, por ejemplo de la de la cinta recientemente estrenada «La Chispa de la Vida» de Alex de la Iglesia. ¿Sigue viva la clásica en buena parte gracias al cine?

J.V. – Son disciplinas completamente distintas, no sólo estructuralmente sino también artísticamente. La música clásica contemporánea se sigue escribiendo, ha habido un cierto alejamiento del público durante los ultimos treinta años, porque esa música llegaba a unas cotas de entendimiento intelectual que el público general no comprendía ni compartía. Los úlimos años se ha abierto mucho el espectro estético de la música moderna y tenemos a compositores que levantan pasiones con sus obras de nueva creación, así Osvaldo Golijov, Giovanni Sollima, Torke, Gorecki, Killar, Avro Part, etc… Muchos de ellos también han realizado bandas sonoras, Golijov, Kilar, Nyman. Pero su principal tarea es la música de concierto. En cambio la música de cine se desarolla estilísticamente dentro del lenguaje cinematográfico, y su estilo evoluciona al paso que evoluciona el cine, no por sí mismo. Cuando escribes una banda sonora estas completamente ligado y al servicio de la dramaturgia de la película, no de tus pretensiones artísticas, y eso, lejos de parecerse al ballet, es algo que hay que tener presente al juzgar una BSO.

M.A. – Teniendo en cuenta que usted vivió una temporada en Los Ángeles. ¿Nunca le han tentado desde Hollywood?

J.V. – Hombre, claro!, este año tengo una película allí, ya veremos como va. Hollywood es el centro de la industria, es donde más se mueve el arte, la pasta, la celebridad, el lujo, la ostentación, la fama… entonces ya te puedes imaginar como es el mundo de competitivo allí. Hay que estar muy predispuesto a pasar por cosas que nunca te hubieras imaginado. No soy muy partidario en ir por motu propio a hacer carrera a allí, creo que es mejor que te llamen desde allí, y si va bien, pues va bien. Creo que Alberto Iglesias es lo que hace, y lo hace muy bien.

M.A. – Vamos a hablar de otros compositores vivos que hacen clásica. Como ya le confesé en Twitter siento debilidad por Rautavaara, aunque Zbigniew Preisner o el anteriormente citado Michael Nyman tampoco se lo hacen mal. Y me consta que a usted también le gustan John Adams, Part, Kilar, Golijov y Martinov. ¿Tiene usted contacto de algún tipo con ellos? ¿Se atreve a recomendarnos unas cuantas obras actuales de sus contemporáneos?

J.V. – A lo largo de estos años nos hemos ido conociendo, a algunos más que a otros, y con algunos de esos la relación ha progresado, es normal, viniendo de un mundo musical conceptual, y proponiendo nuevas maneras de entender la estética contemporánea, nos contemplamos y apoyamos los unos en los otros para crecer a partir de las músicas que escribimos. Os recomiendo cualquiera de los nombres que has nombrado, son para mi referentes ineludibles a la hora de entender mi propia música, y a la hora de empezar a escribir una nueva partitura.

M.A. – ¿Cómo están yendo las ventas de su Kaissasa? ¿Es cierto que se puede adquirir una versión digital más económica que el clásico CD? Si es así por favor indíquenos el enlace.

J.V. – En estos momentos el sistema de comercialización del disco está en pleno cambio, sé que fisicamente la gente no ha optado por ir a la tienda a buscar una copia, también sé que digitalmente ha superado las ventas a la venta física, pero no tengo ni idea de números. Todo esto unido a la crisis económica que estamos pasando suma dificultades, no hemos podido aún presentar el disco en directo, los presupuestos de promoción son inexistentes, el marketing está por llegar… ya sabes. De todos modos Kaiassa es un disco de largo recorrido, el Mercado clásico es mucho más flexible que el del pop-rock. Hay que darle tiempo. Los enlaces donde poder aceder al disco son los clásicos del momento, Itunes, y Spotify, el acceso es fácil, pero os puedo asegurar que la calidad Sonora es muchísimo mejor en el disco, hay mucha diferencia entre un archivo Mp3 y un archivo de audio real.

M.A. – Seguro que está usted al tanto de la crisis de las discográficas y de cómo desde este ámbito se señala a internet y las redes P2P como principales causantes. ¿Es cierto que el aficionado a la cásica es mucho más fiel, y que en este sector las ventas no se han desplomado tanto?

J.V. – La razón básica es que el consumidor de clásica es un señor de una cierta edad y nivel cultural que condiciona su modo de acercarse al arte. Lo hace por placer verdadero, no por curiosidad, por lo tanto lo respeta y admira. Siendo así, es normal que el comprador de música clásica sea más fiel, no participa de un fenómeno de masas a la venta, si no de una experiencia propia, y el hecho de tener el objeto, leer el libreto y hacer uso del disco en los momentos que se quiera y con la calidad Sonora debida suele ser una constante en el consumidor de música clásica.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=uoiqQL4nsgk[/youtube]

M.A. – Para despedirme verá. Vivo en Asturias y aquí no vemos demasiado el sol, así que sus composiciones en ocasiones hasta me aportan vitamina C. No se lo creerá, pero oyendo su Pangaea he sentido escalofríos energéticos recorriéndome la columna. No me había vuelto a pasar desde el Libertango de Piazzolla. ¿Es grave doctor?

J.V. – No es grave querido paciente, eso denota una sensibilidad extrema en usted, y ojalá fuera una enfermedad muy contagiosa, le aseguro que no pararía de idear medicamentos sonoros para que no se le pasara la sintomatología, y muchísimas gracias por tanta generosidad con mi trabajo Miguel.

M.A. – Muchas gracias a ti, y aquí tiene usted unas sidras pagadas para cuando guste. Por cierto, con un poco de suerte igual arreglamos en Asturias el lío del Centro Niemeyer y hasta puede usted venir a dirigir alguna de sus obras. Ahora mismo nos pilla repitiendo elecciones (cosas que pasan por aquí arriba) pero llegado el caso ¿Le gustaría?

Sería un gran placer, tanto por la sidra como por la música, y sobre todo por su compañía.

Lo dicho…. genio y figura. Ah, si visitas su web, simplemente enciende los altavoces y disfruta…



5 Comentarios

  1. Yo también tengo el reproductor (con su amplificador y sus dos altavoces) desde esa época en la que cambiamos el Vanguard de plato, cassette y radio por la tecnología del compact-disc. Tengo la colección de discos (aparte de los de D.G. también hay alguno de Decca y de Philips) y los cuatro tomos de la historia de la música que venían con todo el paquete. Sigo usándolo prácticamente todas las semanas y funciona de maravilla. Lo de ir a Discoteca a charlar un rato con Javier y con Ramón ya hace mucho que lo perdí, una pena.

  2. Coincido con elTrauko:

    ¿¿mitómano??.

    Creo que, tanto Javi Maravall como Maikelnai, deberíais comprobar la definición del término…

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