Entrevista a David Cantolla (primera parte)

Por , el 6 diciembre, 2008. Categoría(s): Educación/Opinión ✎ 18

Ayer recibí las respuestas de David Cantolla a la entrevista que le planteé. En ellas está todo lo que siempre quisimos saber sobre Pocoyó y nunca nos atrevimos a preguntar, y es que se nota que David considera a este pequeño personaje y a esa etapa de su vida como algo muy especial, y se nota también que David es una persona sensible, dinámica y sincera que ha nacido para crear y para emprender. Por sus respuestas creo que ha alcanzado el equilibrio entre sus hemisferios cerebrales 😉

Creo que la entrevista quedaría muy larga en una sola entrega, por lo que he decido publicarla entre hoy y mañana. David ha sido tan amable, que no solo ha contestado a todas las cuestiones que le envié, sino que además se ha leído los comentarios que habéis dejado tanto en el post en el que anuncié esta entrevista, como en su eco en Menéame, para contestar personalmente todas las dudas que le planteasteis.

Zinkia Entertainment no fue su primera aventura, David padeció (como muchos) la crisis de la punto-com a comienzos de la década. Precisamente la desaparición de su primera apuesta profesional, Teknoland (compañía de servicios para grandes cuentas que fue comprada por Terra) el día de San Valentín del año 2001 y el dolor que supuso para él que tras la suspensión de pagos se perdieran todos los clientes en un solo día, y se desperdigase el equipo de 600 profesionales dejando apenas rastro excepto un puñado de buenos recuerdos, le incitó a crear algo nuevo cuyos frutos perdurasen. Y ahí es donde todo empezó a gestarse. Pero comencemos con la entrevista:

Miguel – ¿Sabemos que el nombre del personaje te llegó mientras tus hijas rezaban verdad?

David – Pues si, cuando acuesto a mis hijos por la noche me gusta rezar con ellos, como hacia mi padre conmigo. No es tampoco que seamos demasiado religiosos es mas bien una tradición familiar.

Yo siempre digo: Jesusito»

y ellos contestan:»de mi vida»,

y yo digo:»tu eres niño»

y ellos dicen «como yo»

Hace unos años, cuando mi hija mayor era muy pequeña, siempre se equivocaba
y contestaba:» Pocoyó»

…y si mi fuente de inspiración decía Pocoyó…por algo sería,

y de hecho, así fue.

Miguel – Pero cuéntame algo más sobre el momento mágico de la génesis de Pocoyó.

David – Me preguntas por el momento mágico de la génesis de Pocoyo y de verdad que es mágico, pero no es un solo momento, es un conjunto de historias que se unen en un resultado que parece sencillo y casi lógico.

Me he pasado la vida haciendo dibujos (desde que tengo recuerdos), diseñando cosas y más adelante creando compañías. Mi vida entera gira y ha girado alrededor de la creación y sin embargo yo iba a ser químico. Formado por mi padre en el racionalismo más absoluto siempre al lado de la física y la matemática creía que esa era mi vocación. Por alguna extraña razón en el último momento, después de la selectividad, tome una decisión curiosa y…acabé en Bellas Artes.

No termine la carrera. llegue hasta 5.

El caso es que con esa mente dividida entre lo muy racional de la ciencia y lo muy creativo, me di cuenta que mi mundo no era ser artista, pura responsabilidad (me hubiera muerto de hambre), mi mundo era crear mi propio mundo, y eso solo lo podía hacer siendo empresario.

En el tremendo despiste de los meses que trascurrieron tras el cierre de Telkoland, fundé con mi hermano Colman (López) y con Idoia otra compañía: Zinkia, con una idea muy fácil de entender conociendo de dónde vengo, no quería nunca más ver algo que hubiera creado desaparecer sin dejar nada, quería hacer algo que perdurara más allá de una empresa o de una crisis de empresa, quería «crear» un producto, no dar un «servicio».

Teknoland desapareció, Zinkia nació y sin embargo en mi vida con todo lo profesional en esa centrifugadora de subidas y bajadas había «algo» que estaba creciendo mas fuerte y poderoso. Ese «algo» era mi primera hija, mi hija Vega y fue ella la que dio sentido a todo lo que había pasado.

Vega estaba enamorada de los Telettubbies. Po, Tinky Winky, Lala, Dypsy, se quedaba colgada de la tele y de los colores de esos personajes, y a mi me fascinaba, por que yo no los entendía. ¿Qué los hacia tan atractivos?, aun no lo se. Lo que si se es que un día viéndola señalar la tele y reírse, o moverse, sentí una enorme envidia (sana) por aquellos que estaban haciendo los recuerdos de mi hija y así, de pronto todo apareció muy claro. En ese momento supe que era lo que quería hacer, quería hacerle YO los recuerdos a mi hija, los recuerdos de sus series de televisión, o al menos participar de ellos y hacerlos con mis hermanos y mis amigos y hacerlos para sus hijos y para todos los niños que miran la tele y que construyen su personalidad y sus recuerdos, y hacer algo que nada lo pudiera borrar, ni una crisis empresarial, ni un problema societario. Así se encendió la mecha, y cuando algo tiene sentido y lo empujas, sale bien.

Esa misma semana empecé en Zinkia con un equipo de trabajo a desarrollar la idea de una serie de televisión para niños. Luís Gallego (co-creador) de la serie estaba investigando internamente un sistema de iluminación 3D (iluminación global) que daba unos resultados espectaculares. Sus primeras imágenes con fondo blanco, tenían una fuerza y plasticidad que yo no había visto en animación. Al grupo se sumo Guillermo García (el tercer Co-creador) que es un fuera de serie en el trabajo de animación y de personalidad de los caracteres y de ese modo empezamos a simplificar las ideas que teníamos hasta acabar en la estética y los personajes que ahora conocéis de la serie.

Miguel – Muchos entre los que me encuentro le hemos dado la espalda a la televisión, cuya calidad en España es (con contadas excepciones) denigrable. ¿Tu como ves el estado de la televisión en nuestro país?

David – Pienso igual que tu. Creo que a la mayoría de la gente le costaría no opinar asi. Otra cosa es que apaguen la tele.

En mi humilde opinión la televisión española presenta algunos problema que hacen difícil que salgan productos de alto nivel.

1. Es endogámica, un mercado en el que es difícil entrar, los que están tienen su sitio, sus contactos y sus intereses.

2. Es miedosa, a la televisión le cuesta innovar y el miedo a arriesgar en formatos o en modelos de negocio le hace lenta. El «Share» manda. Nadie quiere ser el que se equivoque.

3. Producir con calidad es caro, eso es igual en todos sitios, pero aquí, el mercado es pequeño y cuesta pensar en como rentabilizar los productos. Por otro lado los productos baratos tienen menos riesgo, por eso se produce tanta telebasura. Hoy además la gran cantidad de oferta de canales hace mucho más difícil que alguien apueste por una idea si esta no tiene un referente de éxito en algún otro país.

4. Somos más exigentes en la critica. Hemos visto mucho, cada vez es más complicado tener a alguien 45 minutos frente a la televisión a cambio de nada. Buscamos cosas bien hechas, nuevas, diferentes y aunque parezca mentira vivimos en un mundo donde sabemos reconocer las cosas hechas con amor de las que no.

y 5. Es anticuada. En general esta cada vez más lejos de modelos que son mucho más interesante de consumir como Internet o videojuegos.

Miguel – Los padres treintañeros echábamos de menos productos didácticos, entretenidos y de calidad, como Barrio Sésamo, o series que nos tocaban el corazón como Heidi, Marco, etc. Ahora el panorama está lleno de series de acción, o de un humor un tanto grosero (lo cual parece encantar a los niños más mayores). ¿Somos nosotros los desfasados o es que los niños de ahora son distintos?

David – ¿No te gusta la acción? Yo quería ser Koyi Kabuto y ¡¡manejar Mazinger Z!! aún quiero… Al fin y al cabo los padres somos niños que nos hemos vuelto padres. Las cosas que nos hacían gracia y que nos emocionaban son las mismas que a ellos les hacen gracia o les emocionan.

¿Qué ha pasado entonces?

Tal vez varios factores a la vez.

El primero que siendo padres hay muchas cosas de niños que hemos olvidado que nos gustaban, así que en ese sentido sí, nos hemos desfasado, pero esa es la naturaleza de crecer, en el fondo nos gustaría creer que a los niños les gustan las cosas que nos gustan a nosotros y eso es difícil.

Segundo la sobreoferta, el mundo de la animación y de los niños paso de ser un mercado complicado a algo global, piensa que por ejemplo Heidi o Vicky son coproducciones de hace 35 años entre Japón y Alemania…35 años, cuesta pensar cómo lo hacían. Hoy coproducir internacionalmente es más sencillo, y hay o ha habido mucha más demanda de producto al haber más cadenas que lo necesitan.

El resultado es que hay muchos más contenidos, contenidos que intentan llegar a la ventana de televisión como sea para generar negocio y por lo tanto hay mucha más gente intentando, por un lado comprar barato y por otro vender…caro, o vender al menos.

Para mi es muy curioso pero hay empresas de productos para niños que no tiene nada de niños en ellos, seguramente de manera inconsciente muchos de esos, son los productos que no te gustan

Tercero, el factor sorpresa. Este para mi es el mas complicado Los niños pueden acceder a ver tantas cosas que es muy difícil que algo nuevo les cautive, y menos en la televisión. En ese sentido en preescolar había mas espacio que en series de más adultos.

Sin embargo también es una oportunidad para los buenos productos y los hay. Algunos con desarrollos de personajes y de historias complejísimos que a mi juicio hacen a los niños espectadores más selectivos, y sofisticados de lo que nosotros éramos. Como consuelo nos queda que el humor clásico y la profundidad en los personajes siempre será algo que nos seduzca tengamos la edad que tengamos.

Miguel – Tengo entendido que tuvisteis que salir al extranjero para encontrar gente que os financiara la idea. ¿No es un poco triste que uno tenga que triunfar en el extranjero para se le haga caso en casa? Por cierto, enhorabuena por la elección de Stephen Fry y José María del Río como narradores, ¡dos pedazos de actores!

David – Efectivamente, nos tuvimos que ir a Inglaterra a vender la serie, Al principio fue duro. He oído de todo. Algún gran directivo de alguna televisión me dijo que lo que nosotros queríamos era vivir de las subvenciones. En fin, si fuera capaz de recordarlas, que no creo, se le habrán atragantado sus palabras.

¿Triste? no, más que nada un reto. La pregunta que me hacía era: ¿Es Pocoyó suficientemente bueno? Entonces en algún sitio encontraremos a alguien que lo entienda y lo quiera hacer. Y lo encontramos. Como en el cuento «mala suerte, buena suerte, quién lo sabe». Pocoyó nació internacional por la falta de visión en las televisiones españolas pero tengo que decir que hoy, el equipo que hay en TVE que trabaja con Pocoyo es un equipo sensacional, lleno de gente con ilusiones y con ganas de hacer cosas interesantes.

Sobre Stephen y José Maria del Río, ¿qué puedo decir?, para mis son dos increíbles voces. No encuentro nadie mejor como narrador de la serie. La voz en español se hizo dos años después de grabar la de Sthephen Fry y nos permitimos el «lujo» de buscar al que tanto nos había contado como voz de Carl Sagan en Cosmos. Un regalo a nosotros mismos.

Sigue en la parte II.



18 Comentarios

  1. no se por q es la primera vez q comento, siendo una de las tantas veces q quiero expresar lo pienso
    felicitaciones por tu pag, cada vez q abro mi google reader, lo primero q leo, despues de meneame, bbc, o microsiervos es tu pag, acerca de tu nuevo post, muy interesante y rica en informacion acerca de uno de los mejores programas de tv para niños, con mi sobrina disfrutamos de tal programa, siendo ella pocoya y yo pato :S, exito en tus futuros posts,

    Sergio Silva
    La Paz – Bolivia

  2. Muy interesante, «maikelnai» ya está en mis favoritos. La verdad es que se agradece el esfuerzo de bloguers como tú que trabajan por mejorar los contenidos. Bajo mi modesta opinión, creo que a este blog le quedan muchos cartuchos por quemar. Saludos.

  3. Pocoyó es el personaje favorito de mi hija de 11 meses. Cada vez que se lo pongo, se queda hipnotizada y no hay quien la aparte de la tele ;-). Es genial, y a mi, su padre, también me encanta :-).
    Saludos desde sevilla.

  4. Realmente muy interesante la entrevista. Sobre todo me gusta que además de temas profesionales, incluya notas muy personales que te ayudan a entender su trayectoria, y comprender que muchos proyectos, por grandes que parezcan tienen íntima relación con los emprendedores que los ejecutan.

  5. Hola soy un animador que vive en Chile al sur del mundo casi callendo del planeta y por aca vemos pocoyo por el cable, creo que la primera vez que lo vi me quede con la boca abierta , no solo por la parte tecnica , estilo de movimientos , poses y todo eso, si no, por la tematica y por el diseño de los personajes y todas sus cositas, son perfectos, son el tipo de monitos que quiero y voy a mostrarle a mis dos pequeñas hijas, si tuviera en frente a David Cantolla le daria un gran abrazo por el aporte tan bello para todos nuestros niños y tambien para los que todavia soñamos con un mundito mejor y feliz. Gran entrevista

  6. Mi hijo de 20 meses no era capaz de retener la atención en ningún momento audiovisual hasta que vio Pocoyó. Desde entonces «Poyoyó», como él lo llama, forma parte de nuestras vidas y nos ha ayudado a: bañarnos, recoger los juguetes, irnos a la cama con alegría, comer de todo, …etc… En fin, no sé a vosotros pero a mí me ha facilitado la vida. Mi marido dice que se siente totalmente identificado con Pato (cariñoso, leal y gruñón). Quizá sea ese el secreto, que hay ratos que nos sentimos identificados con ellos. Enhorabuena por vuestro producto y valentía en innovar!!!

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