De como una Aguja de Cleopatra recaló en Ferrol accidentalmente

Por , el 5 septiembre, 2017. Categoría(s): Curiosidades ✎ 6
Antigua imagen de el Thames Embankment con el obelisco ya erigido en su ubicación londinense
Antigua imagen de el Thames Embankment con el obelisco ya erigido en su ubicación londinense

Si algún día tenéis la suerte de caminar por la ribera del Támesis, podréis encontraros con un obelisco egipcio al que los lugareños llaman “Aguja de Cleopatra”, pese a que la mítica faraona nada tuvo que ver en su construcción. Dado que mi profesión tiene mucho que ver con los barcos (tercera generación ya en mi familia) me vais a permitir que os hable hoy del modo en que ese monolito egipcio viajó desde la lejana tierra de las pirámides hasta el gallego puerto de El Ferrol, y más tarde hasta su definitivo emplazamiento londinense.

En 1819, Mohamed Alí, líder de Egipto y Sudán de la época, quiso agasajar a los británicos con un regalo en honor a sus victorias sobre Napoleón en las batallas del Nilo y de Alejandría. Así, decidió obsequiarles con un obelisco de 21 metros de largo y 224 toneladas construido en tiempos del faraón Tutmosis III en el año 1460 a. de C. y erigido en aquella época en la ciudad de Heliópolis. La obra está labrada sobre una única pieza de granito extraído de las canteras de Asuán, cerca de la primera catarata del Nilo.

Pruebas de flotabilidad del cilindro que envolvía al obelisco en Alejandría
Pruebas de flotabilidad del cilindro que envolvía al obelisco en Alejandría

Los británicos, como era de recibo, agradecieron el gesto pero se declararon incapaces de transportar el regalo hasta las islas, por lo que el obelisco permaneció en el puerto de Alejandría hasta el año 1877, cuando Sir William James Erasmus Wilson, distinguido anatomista y dermatólogo londinense, inició una campaña de recogida de fondos que logró hacerse con una suma superior a las 10.000 libras. ¡Todo un capital para la época!

Pero si no existía ningún barco capaz de mover esa roca, ¿qué podían hacer? Fácil, construir el barco alrededor del obelisco, lanzarlo al agua y confiar en que flotase. Dicho y hecho, el ingeniero John Dixon envolvió en un estuche de hierro la aguja de granito, creando así un barco de 28 metros de eslora y 4,9 de manga (dividido en 10 segmentos estancos) al que llamó «Cleopatra«. He aquí el erróneo origen del nombre con el que se conoce al obelisco hoy en día.

Aguja de Cleopatra en su buque cilindro zarpando de El Ferrol arrastrada por el remolcador de vapor Anglia en 1878
Aguja de Cleopatra en su buque cilindro zarpando de El Ferrol arrastrada por el remolcador de vapor Anglia en 1878

Arrastrado por un remolcador de vapor llamado Olga, el viaje desde Egipto a las islas británicas resultó una pesadilla. El 14 de Octubre de 1877, mientras el Cleopatra y su valiosa carga surcaban las peligrosas aguas del Golfo de Vizcaya, una tormenta estuvo a punto de hacer que el barco se hundiese. En quel incidente murieron seis tripulantes del buque, cuyos nombres pueden encontrarse en la placa conmemorativa que jalona el pedestal sobre el que el monolito se alza a la ribera del Támesis.

Se dio la circunstancia de que el remolcador Olga, que corría el riesgo de irse a pique junto al Cleopatra, se vio obligado a cortar el cabo que unía a ambas naves y dejar que el monolito y su envoltorio de hierro flotase a la deriva por aguas del Canal de la Mancha. En Londres, el público que seguía las peripecias del viaje por la prensa, creyó que todo se había perdido. Pero cinco días después, un barco avistó al Cleopatra en aguas del norte del España y lo remolcó hasta el puerto de El Ferrol, donde permaneció a salvo hasta que finalmente, otro remolcador, el Anglia, lo recogió y llegó con él a Londres en enero de 1878.

Aguja de Cleopatra llegando a Londres en enero de 1878
Aguja de Cleopatra llegando a Londres en enero de 1878

Como comentado al inicio del post, actualmente la Aguja de Cleopatra de Londres se encuentra en Westminster, en el antiguo dique del Támesis, área conocida aún hoy en día como “Thames Embankment” (véase la primera imagen del post).

PD. En esta web de aficionados al modelismo naval, se puede ver una maqueta del buque Cleopatra con el obelisco conmemorativo en el interior de su casco.

Información obtenida de Historic.uk.com y Shipit.co.uk.



6 Comentarios

    1. Insisto, es absurdo decir eso, el toponimo más usado en el siglo XIX erá «El Ferrol», y no tenia nada que ver con el caudillo.. slavo que este viajara en el tiempo.

  1. Lo siento mucho, pero en 1877 el toponimo más usado era «El Ferrol» y no tenia nada que ver con el caudilo.. a no ser que Frnaco hubiese descubierto la maquina del tiempo, cosa que a juzgar por las tonterias que se leen sobre toponimos pudiera ser…

  2. Sr. MichalKnight,
    el pensar ya más en inglés (Biscay Bay) que en castellano, o el duende tipográfico o vaya Ud. a saber, le lleva a nombrarlo Bahía de Vizcaya, pero en toda carta naútica que se precie es un Golfo, un auténtico Golfo de Vizcaya.
    Los franceses lo denominan Golfo de Gascuña (Golfe de Gascogne), pero ya de llamarle Golfo y ser gascón que le hubieran llamado D’Artagnan, ¿no?
    En Euskera se le llama «Bizkaiko golkoa».
    Una hermosa historia de barcos, egipcios y sin cruzar el canal de Suez. Gracias.

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