¿Podremos beber el agua recientemente encontrada en Marte?

Por , el 5 octubre, 2015. Categoría(s): Ciencia ✎ 1

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La noticia astronómica de estos días es la constatación de la existencia de agua líquida en Marte (por cierto a apenas 50 kilómetros de la ubicación del robot Curiosity). Pero ojo, nada que se pueda beber ya que está repleta de un tipo de sal llamada perclorato que puede resultar tóxica para los humanos. De hecho, en la Tierra nos cuidamos mucho de analizar el nivel de percloratos en nuestras reservas de agua potable, ya que pueden provocar problemas de tiroides, y dañar el tracto gastrointestinal, la piel, el tejido mamario y la placenta.

Y bueno, el agua encontrada en Marte es mucho más salada que cualquier salmuera que se encuentre de forma natural en la Tierra. Por ejemplo en la Antártida existe un lago hipersalino llamado Don Juan, considerado el cuerpo de agua más salado de la Tierra con un nivel de salinidad superior al 40%. Como podéis imaginar, ninguna forma de vida puede prosperar en sus aguas, las cuales por cierto jamás se congelan a pesar de tratarse de un lago de montaña situado en el polo sur. Bien, pues el agua recientemente encontrada por la orbitadora MRO de la NASA en Marte es aún más salada.

Pero entonces ¿podremos tratar ese agua en un futuro de cara a consumirla en nuestras hipotéticas bases habitadas? En The Huffington Post la bloguera Daniela Hernández se hace esa misma pregunta. ¿Tendremos que importar el agua de la Tierra? No, demasiado caro y poco sostenible. ¿Podremos quemar oxígeno e hidrógeno como hacen en la película «The Martian» para producir agua? Tampoco, demasiado peligroso. Lo mejor entonces va a ser intentar conseguir el agua allí mismo, en el planeta rojo.

Existen toneladas de agua helada en los polos de Marte. Y además, existen también glaciares cubiertos de polvo en las cumbres diseminadas por todo el planeta, de modo que prestar atención a una afloración hipersalina (que además solo sucede estacionalmente) tal vez no sea una buena idea de cara a conseguir agua en el planeta rojo. Lo mejor por tanto es centrarse en el hielo de agua antes mencionado, pero (siempre hay un pero) los percloratos están por todas partes en Marte, de modo que muy probablemente ese hielo tampoco sea potable.

En la Tierra, hacemos pasar el agua que contiene percloratos por plantas desalinizadoras que lo eliminan, y por lo visto eso es lo que tendremos que hacer allí también, si es que queremos librarnos de la tóxica salinidad del agua marciana. Las posibilidades de tratamiento son tres: intercambio de iones, ósmosis inversa o tratamiento biológico. Por fortuna los científicos creen que estos tres métodos también funcionarían en Marte, aunque claro, el reto consiste en llevarse allí todo el material necesario para instalar una de estas plantas.

En cuanto al tercer método, implica «poner a trabajar» a bacterias terrestres en Marte, para que se coman las sales, pero a los biólogos les aterra contaminar con formas de vida terrestres la virgen fauna marciana (en caso de que exista) por lo que esta opción será seguramente descartada. Sea como sea, la experiencia de la NASA en la Estación Espacial Internacional, donde los astronautas obtienen el 80% del agua que consumen a través del reciclaje de su propia orina va a resultar fundamental para mantener hidratados a los futuros colonos de Marte. ¿Lo ves demasiado lejano? Pues no deberías, la NASA ya le ha puesto fecha al histórico viaje al planeta rojo, y será en la década de 2030.

Me enteré leyendo The Huffington Post.



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