Llega un momento en la vida de tus hijos, cuando crecen lo suficiente como para empezar a socializar, en que dejan de avergonzarte en público. A partir de ese momento eres tu el que comienzas a dejarles en ridículo delante de sus amigos. No existe nada pero, repito, NADA, que les saque los colores más que que su padre comienze a bailar en público. Si te atreves a hacerlo ¡oh insensato! su nivel de popularidad quedará por los suelos, y comenzarán a llamarlo «el hijo del notas ese que baila como el culo».

En Neatorama acaban de publicar los resultados de una encuesta realizada a chavales de entre 5 y 20 años, sobre las cosas más embarazosas que les han visto a hacer a sus padres. Obviamente la lista comienza con: «1. bailar en público» (lo cual es fácilmente comprensible a la vista del vídeo que he encontrado para ilustrar el post), pero no es lo único, ojo.

Aquí van las otras 9 cosas que pueden lograr que tus hijos renieguen de ti y se vayan a vivir con su tía Paca la de Murcia.

2. Mostrar afecto públicamente, bien sea hacia los niños o hacia el otro progenitor.

(Especialmente si va acompañada de expresiones infantiloides emitidas en voz aguda y espástica como quien le habla a un bebé. Ya sabéis, algo del tipo: «donde esta el chuchurrú de fuá de su papito, que le quiero dar un besote»).

3. Emplear expresiones «desactualizadas» o intentar imitar la jerga de los jóvenes.

(Ya sabéis, nada de: «Efectivigüonder, digamelón, o guay del Paraguay». Tampoco es buena idea decir delante de sus colegas: «No te rayes con el Joshua, se le ha ido la pinza y está to ciclao»).

4. Llevar ropas poco apropiadas para la edad que tienes.

5. Contar historias, o anécdotas sobre el chaval que den vergüenza ajena.

(Si, no es buena idea contar lo del día aquel que siendo bebé se cagó en la piscina pública, y consiguió que os echaran a todos).

6. Colocarle la ropa, atusarle, peinarle, o atarle los zapatos delante de sus amigos.

(Absolutamente prohibido sacar un pañuelo, empaparlo en saliva y frotarle la cara con él para quitarle esa legaña rebelde).

7. Unirse a las redes sociales y establecer amistad con sus amigos.

(Especialmente peligroso si además les entras a sus amigos incumpliendo el punto 3).

8. Ser un completo inútil en todo lo relacionado con la tecnología.

(Sacar delante de sus amigos un teléfono plegable, de pantalla pequeña, no táctil, cubierto de esas extrañas cosas llamadas ‘teclas’, y reconocer además que no sabes si tiene o no ‘conexión a datos’, puede enterrar la reputación de tu hijo durante lustros).

9. Hablar sobre las cosas de la vida.

(No te pongas melodramático, trágico, o filosófico delante de su peña de amigos, solo conseguirá ser un «viejo agonías»).

10. Beber demasiado.

(Esta es también muy peligrosa, ya que en ocasiones conduce a lanzarse a bailar en público, lo cual recordemos es lo peor de lo peor, y nunca, NUNCA, debe hacerse delante de un hijo para no traumarle de por vida).

PD. Reconozco que he hecho alguna de ellas, es más, las he hecho voluntariamente para ver a mi hija pasar verguenza y reirme un rato. ¿Estoy bien doctor?

Me enteré de la lista leyendo Neatorama.