Mary Toft, la señora que paría conejos

Por , el 15 marzo, 2010. Categoría(s): Curiosidades ✎ 19

La Inglaterra del rey Jorge I (1660 – 1727) rebosaba de rarezas, falsedades y charlatanes. El propio rey Jorge era un poco bicho raro, nunca se preocupó de aprender inglés y mantuvo a su esposa 32 años en prisión. Pero para cosas fuera de lo común, nada puede hacer sombra a la famosa historia de Mary Toft Godalming y sus bebés conejo.

En septiembre de 1726 Mary comenzó a dar a luz a conejos. El cirujano local, John Howard, respondió a las súplicas de sus familiares y se apresuró a la casa de Mary, donde para su enorme sorpresa, asistó al parto de nueve de estos animales. Todos nacieron muertos, y en realidad venían al mundo en porciones y no de una sola pieza. No obstante, esto no disminuía el asombro del hecho en si. ¡La señora Toft paría conejos!

Jon Howard escribió excitadísimo a otros hombres de ciencia del país, urgiéndoles a ayudarle a investigar el insólito fenómeno. Pronto, dos hombres prominentes enviados por el mismísimo rey llegaron para investigar. Se trataba de Nathanael St. Andre, cirujano anatomista del monarca, y Samuel Molyneuxm secretario del Príncipe de Gales. Mary explicó a estos ilustres hombres que recientemente había sufrido un aborto, pero que durante el embarazo había tenido unas ansias tremendas de comer carne de conejo. Tras varios intentos infructuosos de cazar varios conejos, había soñado con que tenía a varios en su regazo. Lo siguiente que supo es que estaba dando a luz conejos.

En presencia de los doctores, Mary continuó dando a luz a más conejos. Los hombres realizaron experimentos para verificar el fenómeno. Por ejemplo, tomaron un pedazo de pulmón de uno de los conejos y lo sumergieron en agua para contemplar que flotaba. Esto significaba que el conejo debía haber respirado aire antes de su muerte, lo cual por supuesto no podía haber sucedido dentro de un útero. Sorprendentemente, los doctores ignoraron esta evidencia y decidieron que no había «conejo encerrado». Para ellos Mary daba a luz conejos sin ningún asomo de engaño.

El 29 de noviembre Mary fue trasladada a Londres. Para aquel instante su caso se había convertido en toda una sensación nacional y en la capital, una enorme multitud rodeaba la casa en la que la alojaron. En cuanto la mantuvieron constantemente vigilada, Mary dejó de dar a luz conejos y su caso comenzó a desentrañarse.

Pronto aparecieron testigos que afirmaron haberles suministrado conejos al marido de Mary. Más tarde, cuando un famoso doctor de Londres llamado Sir Richard Manningham amenazó a Mary con la necesidad de hacerle una inspección quirúrgica para examinarle el útero en nombre de la ciencia, Mary decidió sabiamente confesar.

Explicó que simplemente se había insertado los conejos muertos en el útero cuando nadie miraba, y que su motivación era el deseo de adquirir fama con la esperanza de recibir una pensión real. Poco después fue encarcelada por fraude, pero la liberaron sin juicio. Se dice que logró dar a luz a un niño normal poco después de un año tras los sucesos.

John Howard y Nathanael St. Andre, los dos cirujanos que la habían creído y defendido con pasión, tuvieron que mudarse muy lejos. Sus carreras médicas se habían ido al garete.

Visto en Museum of hoaxes



19 Comentarios

  1. Hay que admirar a la pobre señora, que no le hacía asco a nada. Hasta tuvo la sangre fría de meterse conejos muertos en el útero!!! xD Eso ya es ir demasiado en busca de fama 😛

  2. Bizarro no alude a extraño, o hecho insólito, sino que se refiere a un acto heroico, valeroso, esplendido o incluso generoso.
    Lo que ocurre es que en el idioma anglosajón el termino «bizarre» tiene un significado de extraño o estrambótico.
    Saludos.

  3. No hace tantos años que oí la historia de una señora en un pueblecito de Cuenca (el pueblo de mis padres) que había parido algún tipo de bicho raro. Según cuentan, nada más nacer, el bicho salió corriendo por la habitación y tuvieron que matarlo.

    Aquello se silenció y nada más se supo de lo que había ocurrido en la habitación. Evidentemente el «bicho» no apareció y la señora nunca habló del tema.

    Leyendas basadas en algo real, seguramente.

    1. Lo de parir un bicho yo también lo había escuchado una vez, con un poco de mala baba por cierto. Resulta que cerca de donde vivo había una papelería y la dueña era estéril, así que a alguien le pareció gracioso expandir el bulo de que «había tenido un bicho», lo mismo que tu has dicho.

      La mujer no se si se enteraría (fue hace muuuucho tiempo) pero creo que estos casos no se dan por leyendas basadas en algo real, más bien en la lengua de cuatro personas malintencionadas, que hay gente parece que se aburre y no tiene otra cosa que hacer que ir diciendo barbaridades.

  4. Cosas bien peores se hacen para ganar fama, prestigio y dinero. Esta señora tendria mucho de aprender de los y las protagonistas habituales de Hola, Gente, 10 Minutos y demás. Por no hablar de los políticos en general o algunos empresarios.
    Por lo menos, no hizo daño a nadie (conejos aparte) excepto eventualmente a si misma (y seria en el conejo, y ya he dicho que «conejos aparte», así que no cuenta;-)). Otros muchos hacen daño a mucha, mucha gente para obtener cualquier beneficio.
    Así que malo, pero menos malo.

Deja un comentario para luis Cancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.