John Henry y el martillo de vapor

Por , el 3 diciembre, 2009. Categoría(s): Curiosidades ✎ 20

Estados Unidos es una tierra rica en leyendas, las que trajeron de sus respectivos lugares de origen los inmigrantes, y las que nacieron en el propio país, conformando la identidad cultural de aquel crisol de nacionalidades. Entre estos últimos figuran la del leñador Paul Bunyan, la celebérrima historia del agricultor errante Juanito Manzana (John Appleseed) y la del gigante de la línea ferroviaria John Henry.

De este último voy a hablaros. La leyenda dice que este negro fortachón nació como esclavo en Missouri allá por 1840, y que tras la guerra civil, ya como hombre libre, trabajó en la línea ferroviaria que unía Chesapeake y Ohio. Nadie podía comparársele en destreza, fuerza y velocidad a la hora de tender raíles. Se decía de él que podía trabajar durante 24 horas perforando piedras con su maza y clavos de hierro.

El tendido de la vía avanzaba a buen ritmo gracias entre otras cosas al poderoso John, pero hete aquí que en medio de la planicie (más concretamente en Talcott, Virginia Occidental) los trabajadores se encontraron con un obstáculo: una gran montaña a la que llamaban Big Bend Mountain. Los propietarios de la empresa ferroviaria C&O Railroad, decidieron que era demasiado caro rodear la montaña, por lo que ordenaron a sus trabajadores que la perforaran.

Siempre según la leyenda, aquel trabajo costó la muerte a casi 1.000 trabajadores, y se tardaron 3 años en perforar las entrañas del coloso, pero Big John Henry logró avanzar 3,5 metros por turno de trabajo con la sola ayuda de sus poderosos músculos y su maza de 6 kilos.

Y sucedió que una tarde, un vendedor llegó hasta el campamento ofreciendo a los directivos de la compañía uno de los primeros martillos mecánicos del mercado. Según sus palabras, la producción de aquella máquina podía superar a la del más habil de los hombres.

Como cabía esperar aquello provocó la carcajada general. La disputa se solucionó con una carrera entre la máquina y John Henry. Este último con dos martillos de 10 kilos, uno en cada mano, logró perforar en 35 minutos más de 4 metros. Mientras que la máquina ni siquiera se acercó a 3.

Todo fueron vítores entre sus compañeros, que aclamaban el triunfo del hombre sobre la máquina. John Henry, exultante, alzó sus brazos y de pronto, los martillos cayeron al suelo. El esfuerzo había hecho estallar uno de los vasos sanguíneos del cerebro del gigante. John cayó muerto en el acto.

Mientras todos lloraban la muerte del mito, el ruidoso artilugio mecánico de vapor proseguía con su trabajo ajeno al drama.

Aquel estruendo era el sonido del progreso.

(Dedicado a los ejecutivos de la industria discográfica).



20 Comentarios

  1. Buena historia, excelente ejemplo.

    Por otro lado es tiempo perdido el dedicárselo, creen estar posesión de la verdad y no escuchan por fuerte que les gritemos. Allá ellos, más dura será la caída.

    Por cierto, ¿que haces escribiendo un post cada día? Haz uno cada x años, y que te paguen derechos de autor el resto de tu vida. Y a vivir a Miami para no pagar impuestos, como Bisbal, A. Sanz y compañía.

  2. La historia es bonita, literariamente hablando. No se que pensar del hecho de que el protagonista sea negro y puro músculo. En la época en que se generó la historia los negros empezaban a ser libres y pasaron de ser mano de obra gratis a ser mano de obra barata. Si existió el tal Jonh Henry se hizo famoso por hacer lo que se suponía que debían hacer los negros libres, trabajar hasta la muerte como si siguiesen siendo esclavos.

  3. curioso lo que acabo de leer. Siempre recordaré una clase de música cuando iba al colegio, hará unos 10 años… estudiando la música tradicional, una vez nos enseñaron una canción americana cuya letra decía:

    «This old hummer killed John Henry,
    This old hummer killed John Henry,
    This old hummer killed John Henry,
    but it won’t kill me…. it won’t kill me»

    siempre me había preguntado por el tal John Henry, y quién debía ser el pobre hombre… eres un crack Maikelnai, hace cosa de un mes que no venía por tu web y me has dado un motivo de peso para no volver a fallar!! 😉

  4. Exactamente Maikel!

    Otro buen simil de la situacion en la que quieren permanecer.

    A ver si se enteran de una vez de que podran retrasar su final, pero ya esta escrito.

    Un saludo!

  5. Bueno, bueno … la historia es muy bonita, pero gracias al progreso tenemos cosas como internet. No creo que muchos de nosotros cambiaramos nuestras vidas a algo tipo Amish, sin industria discografica ….

    No se porque ese empeño de todos en meterse con la industria discografia. La culpa es de las que les permiter actuar como actuan.

    Quiero decir que yo cuando vendo un producto intento tener la exclusiva y hacerme rico con él. Si me aparece competencia pues intentaré imponerme, y si lo hago ilegalmente me pararan los pies .. si no me los paran pues empezaré a partir piernas, que es lo que hace SGAE, asi que la culpa es d quien se lo permite.

    Pienso yo …

    P.D.: y ni me acuerdo de la última vez que compré un CD

  6. Hablando de leyendas USA; llevo años intentando encontrar el titulo de una peli de USA, o quizá Canada, donde se conocen dos leyendas vidas de los territorios norteños, uno estaba casado y recibe al otro que iba solo ( y creo que soltero) el casado queda muy sorprendido al ver que el otro es como 40 cm mas pequeño que él y aún así son leyendas del mismo tamaño. Las leyendas con cosas como que sobrevivieron a ataques de osos o que vivieron en el bosque y se hicieron sus casas sin herramientas ( quizá no seas estás pero son parecidas)
    ….¿os suena la peli? no logro recordar el título y me gustaria encontrarla.

  7. tengo 75 años y aun recuerdo ver los dibujos animados en el cine, siempre recordé esa leyenda , mi mama me decía que el negro gigante era un titán que venció a la maquina que quería dejar sin trabajo a los obreros negros del riel, si alguien sabe donde puedo ver o bajar ese dibujo animado se lo voy a agradecer de corazón.-

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Por maikelnai, publicado el 3 diciembre, 2009
Categoría(s): Curiosidades