La hierba siempre parece más verde al otro lado de la valla

Por , el 3 abril, 2009. Categoría(s): Educación/Opinión ✎ 17

Salvar el planeta y crear puestos de trabajo podría ser incompatible

[ Traducción de un artículo publicado en Economist ] “Pensad en lo que pasa en países como España, Alemania y Japón, donde se están haciendo inversiones reales en energía renovable”, comentó el presidente Obama a los estadounidenses a comienzos de este año. “Están adelantándonos, con la intención de liderar estas nuevas industrias. No lo hacen porque sean más inteligentes que nosotros, o porque trabajen más duro, o porque sean más innovadores que nosotros. Esto es así porque sus gobiernos han respaldado el trabajo duro y el ingenio de sus gentes con inversiones audaces; inversiones que están redundando en trabajos de buena calidad y alta renumeración”.

El señor Obama tiene razón en lo de que muchos gobiernos, y el suyo no lo es menos, están gastando fuertemente en un intento de crear trabajos verdes. Países tan diversos como Canadá, China, Francia e Indonesia han prometido que cultivarán “en verde” para fertilizar sus marchitas economías. Los líderes religiosos, los sindicales y el secretario general de las Naciones Unidas – entre otros – han saludado el plan de estímulo verde como una cura para las enfermedades económicas del mundo. Después de todo, despierta la esperanza de alcanzar un triple beneficio: retornar a la senda del crecimiento económico, librarnos del problema del calentamiento global y escapar de la dependencia de los combustibles importados; todo ello envuelto en un atractivo paquete de alta tecnología.

Hay abundancia de estudios sobre trabajos verdes que apoyan esta optimista visión. El Centro para el Progreso de América, un think-tank próximo a la administración Obama, pidió el año pasado al gobierno que se gastasen 100.000 millones de dólares en varias iniciativas ecológicas. La recompensa, según estimaban, sería de 2 millones de puestos de trabajo.

Roland Berger, una empresa consultora, pedía que el gobierno alemán hiciese algo similar. Según sus cálculos, el gasto global en tecnología medioambiental es de 1,3 billones de dólares al año, el cual crecerá un 5,4% anual hasta el 2020. Este negocio sostiene 1,5 millones de puestos de trabajo en Alemania, según los cálculos de Roland Berger. Pero, creen que el número podría duplicarse si el gobierno ofreciera más exenciones fiscales, subsidios y otras iniciativas para la inversión en tecnologías ecológicas. El programa medioambiental de la ONU ha hecho público un informe alabando los esquemas gubernamentales destinados a promover el empleo verde. Preveen que para el año 2030 el número de puesto de trabajo relacionados con energías limpias se multiplique por diez.

No obstante hay voces críticas contra estos estudios que argumentan que estos dejan varias preguntas importantes sin responder. Por citar una, es difícil estimar la impresión que causan estas cifras de creación de empleo si no se las compara con las que se alcanzarían invirtiendo ese dinero en otras formas. Un reciente documento del Instituto Peterson de Economía Internacional y del Instituto de Recursos Mundiales, dos think tanks, intentaron hacer esto mismo aplicándolo al paquete de estímulo estadounidense. Descubrieron que un gasto de 1.000 millones de dólares en economía verde crearía unos 30.100 trabajos al año. Es una buena cifra si se compara con los 25.200 puestos que se crearían destinando ese dinero a la construcción de carreteras, o con los solo 7.000 que se conseguirían realizando exenciones temporales de impuestos (con exenciones permanentes la cifra era mejor).

Los esquemas del estímulo verde que los autores decidieron observar, funcionan así de bien porque catalizan la inversión privada hacia cosas como aerogeneradores y coches de consumo eficiente. Pero esto también favorece el número de empleos debido a, tal y como reconocen los autores, que el plan de estímulo induce a un gasto privado que de otro modo no se daría. Ambos señalan que si simplemente se redireccionaran capitales de un uso a otro, entonces el total de puestos de trabajo creados no sería tan grande.

Es más, la inversión pública en tecnologías verdes traerá también sus costos, además de beneficios. Los contribuyentes por ejemplo, finalmente tendrían que pagar la deuda del gobierno, mientras que los prodigiosos préstamos gubernamentales dificultarán la capitalización de los negocios. Gastar en electricidad renovable, por otro lado, provocará una tendencia al alza en el precio de la energía ya que construir plantas eólicas y solares cuesta más que hacer térmicas, por ejemplo. Estos efectos costarán puestos de trabajo.

En el año 2006, en un estudio preparado para un grupo del lobby pro-carbón, Adam Rose y Dan Wei de la Universidad del Estado de Pennsylvania, estudiaron el modo en que un incremento del porcentaje de generación eléctrica a partir de fuentes renovables podría afectar a los empleos relacionados con el carbón. Concluyeron que desplazar un tercio de la generación desde el carbón hacia las renovables en el año 2015, provocaría una reducción de 1,2 millones de puestos de trabajo. Si el desplazamiento fuera de dos tercios el desempleo alcanzaría a 2,7 millones de personas. Estas pérdidas de puestos de trabajo vendrían principalmente como resultado del alza en los precios de la energía.

No obstante hay que reconocer que estos datos se obtienen a partir de modelos teóricos, con todas las complicaciones y advertencias que ello conlleva. La siguiente investigación que realizó el señor Rose, partiendo de supuestos diferentes, produjo unos resultados más ambiguos. Por el contrario, Gabriel Calzada Álvarez, profesor de la Universidad Juan Carlos Primero de Madrid, intentó utilizar datos empíricos para estimar el modo en que el famoso plan español de subsidios a las renovables – que tanto impresionó a Obama – afectaría a las cifras de empleo. Calculó que los subsidios a las plantas existentes de generación eléctrica “verde” que el gobierno prometió pagar durante 25 años, costarían 29.000 millones de euros. Esos subsidios – en cambio – han creado 50.200 puestos de trabajos según las cifras de la Comisión Europea. El resultado es que cada puesto de trabajo relacionado con los subsidios cuesta 570.000 Euros.

Eclipse solar

Por otro lado, el sector privado en España crea un puesto de trabajo por cada 260.000 Euros aproximadamente, tal y como reconoce el señor Calzada. De modo que si el gobierno hubiera dejado 29.000 millones de euros en manos del sector privado, se habría creado 113.000 puestos de trabajo con ello; es decir 2,2 veces más. En otras palabras, según los hallazgos del señor Calzada el gobierno está destruyendo 2,2 trabajos normales por cada puesto de empleo verde que crea.

El resultado es particularmente estridente por lo generosos que han sido los planes de subsidio a las renovables en España (que recientemente se han visto recortados para respaldar nuevos proyectos). Los subsidios verdes traen otros beneficios que el señor Calzada no considera, tales como reducir la demanda, y por tanto el precio, de los combustibles fósiles. El más beneficiado de todos es, por supuesto, el medioambiente, ya que se consiguen reducciones en las emisiones de gases invernadero. Tomando todo esto en cuenta, no cabe duda de que los números cobran un mejor aspecto. No obstante, el trabajo del profesor Calzada sugiere que Obama debería calmar su entusiasmo con las ‘audaces inversiones’ realizadas por España en energías renovables. Todos los estudios discutidos en este artículo sugieren que algunas formas de crear empleo – o de combatir el calentamiento global, en este aspecto – son más baratas que otras.

Traducido de The grass is always greener (Economist).

Crédito imagen: Renifer



17 Comentarios

  1. «Pan para hoy, hambre para mañana.» Quizás con el «empleo verde» no notemos mejoría tan rápidamente que con el capitalismo de la construcción salvaje, pero ¿y el beneficio a largo plazo? Se decía que España era «puntera» en creación de empleo en poco tiempo(Aznar) y no era más que una ilusión, una burbuja que ha estallado y ha elevado el apro a casi 4.000.000.

  2. Si «Colón es el que lava más blanco» y «Ariel es el que lava más blanco» uno de los dos miente. Y si miente uno de los dos, puede que mientan los dos.

    Yo no me fiaría de los números, y menos en manos de economistas (mira dónde estamos). Como dice Carlos, la variable más importante es si creemos o no creemos en la necesidad de «salvar el planeta».

    Si creemos que sí, el dinero debería ser lo último a considerar en la ecuación.

  3. Vamos a ver. Efectivamente, el coste que supone los modelos de generación de energía verde es mucho mayor que el coste de quemar petróleo, carbón, nucleares, gas natural, etc…

    Lo único que compensa ese tipo de generación de energía el pensar que la energía que actualmente estamos consumiendo no es sostenible en un plazo ya no de 100 años, sino de 50. Es decir, con este modelo posiblemente nosotros mismos comencemos a sentir la disminución de petróleo y SEGURO que mi hijo que tiene 4 años y que está sentado ahora mismo junto a mí lo verá.

    Eso no quita que debamos ser verdes a cualquier precio. De hecho se ha demostrado con los biocombustibles cuyo fomento ha hecho aumentar espectacularmente el precio de los cereales provocando hambruna y escasez en países en desarrollo.

    Con la energía solar y eólica pasa tanto de lo mismo. Una placa solar o un molino no surgen de la chistera de un mago. Debajo de la pintura blanca de un molino hay toneladas de metal, al igual que dentro de una placa tenemos semiconductores y metales que han costado CO2 fabricarlo y transportarlo. Y al final estamos subvencionando esa forma de producción de energía porque si no, sería altamente inviable frente a otras formas de energía.

    Yo soy un escéptico del calentamiento global. No me malinterpretes, es una realidad que el calentamiento global está ocurriendo (los glaciares se deshielan, es un hecho) pero soy escéptico que esto sea producido por la actividad humana. Ahora bien, es una magnífica escusa para ir acabando de una vez por todas con el lastre del uso de las energías no renovables y comenzar a inyectar dinero en la generación de energía limpia.

  4. Los cambios son oportunidades económicas para los que se adaptan y amenazas para los que resisten en los viejos tiempos. Por ejemplo, hasta hace poco,hablar de productos ecológicos era propio de minorías. No se fabricaban simplemente porque el mercado era tan exiguo que eran demasiado caros. Poco a poco cambia esa tendencia. Apostar por la investigación da nuevos filones de empleo y de valor añadido. Ya se ha visto lo que pasa con sectores como la construcción, un motor económico con pies de barro…nuevos productos más respetuosos con el medio ambiente, no sólo energéticos,sino de consumo e industriales creo que generarán riqueza y no sólo económica. Y perdón por lo extenso y sin basarme en datos 😉

  5. Las energias renovables estan todavía muy lejos de ser rentables, sobre todo en España. y a eso es a lo que se refiere Obama, él como todos los que tienen dinero solo miran el bolsillo.
    Un saludo.

  6. La Economía (ciencia) y sus aledaños van mejorando nuestras herramientas para decidir qué camino tomar o en qué invertir más eficientemente nuestros recursos para conseguir los objetivos que nos propongamos. Por ejemplo:

    1) En algunos cálculos monetarios que comparan diferentes opciones se incluyen las externalidades (lo que no tiene valor monetario en el contexto del estudio) . Un caso habitual suele ser no imputar el costo de la gestión de los residuos nucleares durante todo su periodo de actividad al coste de kWh nuclear. Suele ser complicado adjudicar un valor a las externalidades y se recurre a diferentes de técnicas.

    2) Se han desarrollado metodologías no monetarias de comparación de opciones que utilizan magnitudes físicas ; por ejemplo la huella ecológica (superficie de los diferenes ecosistemas necesarios para elaborar los productos y absorber los contaminantes generados en su fabricación y distribución) o la mochila ecológica (peso de los recursos empleados). Estas magnitudes reflejan mejor el efecto que esas opciones tienen en un mundo con límites físicos y no están perturbadas con los precios del mercado que no tienen signifcado para los efectos en la biosfera..

    Esto son herramientas complementarias para comparar racionalmente las distintas opciones; pero los objetivos que se quieren conseguir no forman parte de la economía sino de la política.

    La economía actual (no la ciencia) genera tendencias indeseables porque se basa en una imposibilidad: la existencia de unos recursos ilimitados. Una economía orientada a la sostenibilidad parece más realista. pero en ella habrá productos, industrias y empresas que no serán sosteniblemente competitivas. Esto implica una reconversión que puede ser más o menos traumática; pero en ningún caso carente de costes.

  7. ¿A nadie le llamó la atención que en las mas de 50 preguntas que le hicieron el otro dia a Rajoy no le hicieran ni una (ni si quiera indirectamente) relacionada con la ecología?, ¿No es la causa esa falta de interesés por la sostenibilidad la raiz del problema en el que nos estamos enfangando?

    Yo tenia la mia pensada:

    En un mundo finito y con un pais finito, ¿Cómo puede la economía estar basada en el crecimiento?, sobre todo el mas evidente como es el uso del terreno.
    (valdría tambien para Zapatero)

    ¿Que pensaís que hubiera contestado?

  8. Economía y ecología empiezan por las mismas letras, y no es casualidad, pues hay una relación entre ellas. Todo es una cuestión de enfoque, y si se usa el adecuado, lo ecológico puede ser económico.
    Por ejemplo, el reciclaje implica aprovechar unos recursos que actualmente se desperdician, y en vez de buscar nuevas explotaciones, tal vez agotadas, se cuenta con una nueva fuente. Para ello hay que considerar la basura y los restos como una fuente de ingresos, y no como algo que hay que eliminar.
    En algunos lugares, el estiércol es un recurso económico, y los ganaderos venden la mierda de su ganado igual que venden su carne, su leche o sus huevos. Es evidente que en ese caso se molestan en tratarlo como un recurso más.
    Lo mismo podría aplicarse a la basura urbana. Si yo tengo unos envases que pueden reciclarse, ¿no podría venderlos? Si se establece un proceso de oferta y demanda, tal vez me resulte interesante separar y reciclar, si con ello consigo unos ingresos adicionales. Y si, por ejemplo, las bolsas de plástico hay que pagarlas (o venderlas cuando están viejas para reciclar), preferiría usar las mismas una y otra vez.
    Son sólo algunos ejemplos de como lo ecológico puede ser económico. Pero hay que cambiar el chip

  9. Desviandome un poco del tema, es que el último comentario de Cabezón me ha recordado una cosa. Técnicamente lo que se hacía antes con las botellas era reutilizarlas. La verdad es que el reciclaje está sobrevalorado, no porque no sea util, si no porque hay mejores formas de aprovechar los residuos. Mi padre, que trabajaba en Medio Ambiente, me dijo un día una lista que era más o menos así:
    1- Reducir
    2- Reutilizar
    3- Reciclar
    4- Aprovechar energéticamente

    Está de puta madre que los envases del McDonals se puedan reciclar, pero ¿no sería mejor que se pudieran usar varias veces? Y ¿No sería mejor aún que prescindieramos de determinados envases?

  10. Lejos de los puesto de trabajo yo plantearia el tema como un problema de población

    la población mundial -estimada en seis mil millones de habitantes es insostenible. De no controlarse no podrán contrarrestarse los problemas ambientales como es el caso del cambio climático. Actualmente, el tamaño de la población es el doble de lo que los recursos naturales del planeta pueden soportar. El planeta tiene recursos para sostener entre 2 o 3 mil millones de personas no los 6 mil millones de personas q tenemos actualmente por eso el señor Obama ve las cosas con otros ojos, o se mantiene un control de la poblacion mas fuerte que en china o vuestros hijos o nietos van a ver unas olas que ni en pintura y si tienen suerte para contarlo… aposteriori mas caos que en el pont aeri xD lo vamos a pasar mal pase lo q pase

  11. es bueno q apostemos en energias renovables, españa es el segundo pais q tiene de media mas altura sobre el nivel del mar despues de suiza. Tienes razón en el titular maikel asi q ya sabeis menos darle al nabo y mas al coco nos toca

  12. No es una novedad que contaminar es más barato que ser sostenible. Por suerte el mundo se ha dado cuenta de que ese no es el camino adecuado. Para hacer virtualmente falsa la frase en negrita, la UE pretende cobrar derechos de emisión de CO2, y gravar con impuestos la emisión de los coches y cualquier cosa no viva que contamine

    La frase de obama «[lo hacen así] porque sus gobiernos han respaldado el trabajo duro y el ingenio de sus gentes con inversiones audaces; inversiones que están redundando en trabajos de buena calidad y alta renumeración”. corresponde más a la intención de su discurso que a la realidad.

    A la sociedad no le conmueve que nuestro desarrollo no será sostenible en 50 años, pero sí le motiva «los trabajos de buena calidad y alta remuneración». La inversión en renovables es obligada (por diferentes razones: % de independencia energética y sostenibilidad); y puesto que no es una solución perfecta precisa de un marketing.

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