Las momias vivientes de Honshu

Por , el 16 marzo, 2009. Categoría(s): Curiosidades ✎ 19


En un largo e interesante artículo sobre monstruosas momias de pega en Japón, publicado en uno de mis blogs favoritos: Pinktentacle, he alucinado al llegar a la parte final. En ella se habla sobre las “momias vivientes” (estas si, reales) que se exhiben en algunos monasterios budistas del norte de Japón. Supuestamente, estos cuerpos (véase foto) pertenecen a monjes ascetas que se momificaron a si mismos voluntariamente en busca del nirvana.

Según relatan en Pinktentacle, para convertirse en una momia viviente, los monjes tenían que seguir un largo y doloroso proceso que constaba de tres etapas.

En la primera etapa, que duraba 1000 días, los monjes debían seguir una dieta especial de nueces y semillas, y seguir un entrenamiento físico riguroso para liberar al cuerpo de su grasa.

En la etapa 2, que duraba otros 1000 días, solo podían comer raíces y cortezas en cantidades cada vez más pequeñas. Al alcanzar el final del proceso, comenzaban a beber té de la savia del árbol urushi (una sustancia ponzoñosa usada normalmente en Japón para lacar los tradicionales tazones de cerámica) la cual les provocaba una mayor pérdida de fluidos corporales. El té se preparaba con el agua del sagrado manantial del Monte Yudono, del que ahora se sabe que es rico en arsénico. Este brebaje creaba un ambiente libre de gérmenes dentro del cuerpo y ayudaba a preservar la poca carne que quedaba unida a los huesos.

Finalmente, en la etapa 3, los monjes se retiraban a una estrecha cámara subterránea conectada a la superficie por un diminuto conducto de bambú que actuaba como respiradero. Allí, los monjes meditaban hasta la muerte, en cuyo momento (supongo que alguien les llamaría desde el exterior sin obtener respuesta) se sellaba su tumba y se esperaban otros 1000 días. Transcurrido ese plazo se les desenterraba y limpiaba. Si el cuerpo permanecía bien conservado, se consideraba al monje una momia viviente.

Desafortunadamente, la mayoría de los que intentaban la auto-momificación no tenían éxito, pero aquellos pocos que lo lograron alcanzaron estatus de Buda y se les consagraron templos. Al menos dos docenas de estas momias vivientes se encuentran al cuidado de otros tantos templos en el norte de la isla de Honshu (la mayor del archipiélago).

El gobierno japonés prohibió esta práctica de auto-momificación a finales del siglo XIX.

Visto en Pinktentacle



19 Comentarios

  1. Yo vi un documental sobre estas momias y su proceso de momificación en vida, la forma de dar a conocer que aún estaban vivos en la 3ra etapa, era tocando una campanita o golpeando un objeto (esto no lo recuerdo bien), cuando el sonido cesaba el proceso estaba concluido.

  2. justamente hace unos dias le comentaba a amigos acerca de estos monjes, pero no me acordaba exactamente como era la cuestión, ahora deje esta URL para que lo lean por si mismos.

    un saludo y como siempre felicitaciones por el blog.

  3. Creo que algunos lectores confunden una práctica religiosa extrema con fanatismo.

    Al morir de esta manera, un monje no está haciéndole daño a nadie, ni causando dolor ni sufrimiento a ser viviente alguno, simplemente está renunciando a la atadura de la carne en busca de un estado de supremo control físico y mental. Si bien la práctica es en sí inútil, no carece de significado para quienes tienen esa costumbre religiosa y para sus familiares, quienes sienten un tremendo orgullo. Suicidarse así no tiene ninguna consecuencia para nadie mas que para el mismo suicida… en contraste, en occidente nos suicidamos con alcohol, cigarrillos, carne de cerdo, sal, azúcar, drogas (tan de moda en todo el mundo) y un largo y tóxico etc. Tan solo por aumentar la falsa idea de un mundo de sensaciones placenteras… dejando atrás un mar de dolor y sufrimiento para nuestros seres queridos ¿quienes son entonces, los fanáticos?

  4. No es que se confundan, es que son la misma cosa. Por definición, un fanático es una persona que practica hasta el extremo su religión. Independientemente de su religión y las consecuencias de sus actos. Inidudablemente es mejor suicidarse en una cueva que hacerlo con una bomba en un colegio, pero eso no lo convierte en algo bueno, ni justificable.

    En fin, pobres ignorantes, que se creen sus propios cuentos de hadas…

  5. Los cuentos de hadas de cada uno son muy relativos.
    ¿Qué diferencia hay entre un budista que se suicida intentando alcanzar el nirvana y un estúpido ejecutivo que para alcanzar un elevado puesto en su empresa padece de stress, no disfruta de su mujer, sus hijos apenas le ven el pelo y encima en cualquier momento le puede pillar una regulación de empleo y quedarse con lo puesto?
    ¡Que cada uno persiga su propio nirvana ! pero a mi juicio me parece más respetable la opción budista.

  6. cualquiera que conozca un poco la vida de Buda sabrá que él mismo renunció a las practicas de auto-flagelación. durante el inicio de su camino hacia la budeidad pasó meses comiendo tan solo un grano de mijo al día… después se dió cuenta de que ese no era el camino y sus compañeros lo echaron del grupito de anacoretas. cuando volvieron a verlo ya era Buda, y aceptarón su maestría sin dudar. entonces reveló las cuatro verdades etc etc. esto viene a ser el resumen de uno de los fragmentos de su vida más famosos.

    con lo que quiero decir que en el budismo también existe fanatismo y malinterpretaciones de la doctrina original. lo dice alguien muy apegado al budismo (lo cual no deja de ser una paradoja).

Deja un comentario para ocp001a Cancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Por maikelnai, publicado el 16 marzo, 2009
Categoría(s): Curiosidades