Existen casos serios de fraude científico, hay engaños científicos, y hay historias que simplemente son raras como esta que trata de explicar una actividad poltergeist.
Y luego están las parodias. Las parodias son divertidas, y un poco de cachondeo siempre viene bien.
El pasado jueves 28 de enero un doctor admitió que una carta enviada por él mismo hace 34 años a la publicación British Medical Journal (BMJ), en la que documentaba un caso del así llamado «escroto violonchelo«, fue simplemente una burla. La carta fue inspirada por otra anterior – esta si que al parecer genuina – sobre un caso de «pezón guitarra», publicada en la misma revista.
Básicamente el doctor «bromista» (supongo que muerto de risa al oír hablar de forma seria sobre un caso de irritación de pezón provocado por las innumerables horas de práctica con la guitarra que un músico padeció) decidió enviar una nota diciendo «si, yo también conocí un caso severo de irritación de escroto a causa del violonchelo» 😀
A raíz de la confesión del doctor, el pasado jueves un portavoz de dicha publicación le quitó hierro al aunto y se rió de la ocurrencia del escroto violonchelo diciendo que «aquello le dio un poco de alegría a la vida». Pero esto no ha sido un caso aislado, en New Scientist han investigado algunos casos más.
Aprovechando el momento de relajación, el mismo portavoz de BMJ informó del intento de unos doctores holandeses de hacer una gran burla: un libro que tomando como modelo el aspecto de una revista científica de prestigio, incluía artículos sobre el crecimiento capilar postmortem y la incidencia del cáncer de hígado en «bebedores pasivos».
Un cirujano de Wisconsin describió el modo de transformar el brazo en un ala, aunque no queda muy claro si esto último fue una burla o simplemente un intento de «dejar volar la fantasía» (perdón por el chiste fácil).
Y por su puesto siempre nos quedará el clásico, la cosecha suiza de espaguetis.
Visto en New Scientist en el blog de Rowan Hooper.
Crédito imagen Phil Moore
Como el video del Wyoming. ¿Coincidencia?
Seguro que no era el Viaje Médico Británico (British Medical Journey), sino el Periódico Médico Británico (British Medical Journal) una de las más importantes publicaciones médicas del mundo.
Dicho esto, el BMJ publica un divertido número todos los años, el último del año justo antes de Navidad que consta de artículos más o menos humorísticos, más o menos sarcásticos o irónicos o dignos de ser mencionados dentro de la «improbable research». En alguna ocasión, he visto como alguna persona, ignorantes de este hecho se tomaba en serio alguno de los artículos de ese número anual.
No sé si esta historia tendrá que ver con eso, pero que sirva como aviso para navegantes… los artículos del BMJ publicados con fechas aproximadas al veintitantos de diciembre… pues hay que leerlos con «otros ojos críticos».
Un saludo.
Carlos, error del corrector automático, ya está arreglado 😉
Y no, los englosajones son más dados a publicar inocentadas el 1 de abril que el 28 de diciembre, eso es más español 😉
Si es que admitimos como ciencia a los «case studies» de los médicos, claro.