De currículos, eufemismos y correción política

Por , el 14 septiembre, 2008. Categoría(s): Personal ✎ 31

Cuando tenía 10 años menos, mis amigos me encargaban que les hiciese los currículos, creían que era el mejor redactando historiales «basados en hechos reales». Lo cierto es que con un poco de morro, y creando eufemismos sonoros y rimbombantes, el historial laboral de los que no hemos hecho un MBA luce mucho más atractivo. La mayoría de las veces mis amigos no llegaban a enviar mis hojas de presentación a ninguna empresa. De hecho, cuando quedábamos en el bar para redactarlos, lo importante era echarnos unas risas y aprovechar la excusa para tomarnos unas cervecitas. Mi lema era: «No hay currículo corto, sino escasez de eufemismos».

Hace unas semanas, en un encuentro casual, mi amigo Ramón me recordó divertido el curriculum vitae que le hice por aquellos años, y que por supuesto jamás se atrevió a echar al correo. Su experiencia laboral por aquel entonces era escasa, había sido chófer de un camión repartidor de fruta, vigilante de un almacén de carbón en el puerto, e instalador de ventanas de aluminio. No obstante transformamos aquellas tres líneas en:

* Técnico en logística y redistribución motorizada de bienes hortofrutículas.
* Encargado portuario conservador de volumen para lotes de combustible fósil.
* Responsable instalador de elementos no opacos de aislamiento térmico-alumínico para vanos domóticos.

Algunos lo llamaréis tomadura de pelo o abuso de la manipulación y la pedantería, ciertamente no pretendía otra cosa que hacer humor. Pero al fin y al cabo similares técnicas de camuflaje de realidades poco vistosas están a la orden del día gracias a otros profesionales que si se toman su trabajo muy en serio. Basta con leer los periódicos… uno no se encuentra con frases como: «en los asilos, muchos ancianos padecen de demencia senil» sino «que la tercera edad se ve sacudida por enfermedades neurodegenerativas en los centros geriátricos». Vivimos en sociedades políticamente correctas y parecemos empeñados en evitar que la fea realidad se cuele en nuestra torre de marfil.

Los gobiernos son otros de los expertos creadores de eufemismos, recordad que no hay «niños inocentes muertos durante la invasión de Irak», sino que «la campaña pro-democracia en oriente medio provocó efectos colaterales». O sin necesidad de ir tan lejos, la «crisis económica» de toda la vida, en España se ha convirtido en una «desaceleración transitoria del crecimiento». Si algo tienen en común la prensa y los políticos es que son especialistas en distribuir mierda empaquetada en bonitas cajas de papel perfumado. Las cosas únicamente se llaman por su nombre si los conceptos o sucesos a «enmascarar» apestan tanto que resultan imposibles de disfrazar; en ese caso se las desnuda de terciopelos semánticos para enfatizar su dramatismo. Así a los campos de prisioneros de los nazis se les llama con justicia «campos de exterminio», y al tráfico de mano de obra africana gestionado por los europeos en los siglos que van del XVI al XIX, se le llama «comercio de esclavos».

Pero si no podemos cambiar esta imparable tendencia a no llamar pan al pan ni vino al vino… ¿por qué dejar entonces que sean únicamente los poderosos los que disfruten creando eufemismos? ¿por qué van a poder ellos llamar «cuartel de guerra contra el terrorismo» a Guantánamo, y etiquetar de «flujos migratorios no controlados» a las personas que padecen la desigualdad norte-sur, mientras que a los demás gilipollas de a pie solo nos queda tragar con carros y carretas?

¡Mintamos nosotros también! Mostremos una especie de «desobediencia civil de bajo perfil» adoptando sus mismas técnicas, y usémoslas (con más buen humor que mala leche) a la hora de presentarnos ante las empresas contratantes. ¿No llegas ni a mileurista y estás harto de que tu curriculum acabe en la «papelera de reciclaje»? Pues retócalo un poquito alma de dios… estas son algunas ideas, aunque seguramente a vosotros se os ocurrirán otras igual de buenas:

Mensajero: Intercambiador modal de bienes y/o documentos no digitalizados.
Acomodador de cine: Gestor de clientes y aforos de entretenimiento pre-Emule y DivX.
Programador: Engarzador de secuencias de información digitalizada y gestor de bucles.
Barrendero: Técnico en higienización de urbes y manipulación de sistemas analógicos de recolección y arrastrado de detritus.
Peluquero: Asesor de estilismos y gestor proponente de variaciones del aspecto corporal.
(Nota, si además de peluquero es el propietario del salón: se puede añadir «Responsable de los recursos inmobiliarios corporativos». )
Monaguillo: Asistente del gestor de BBCF. (Abreviatura de: bodas, bautizos, comuniones y funerales) En ingés: «WBFF management assistant».
Camarero: Manipulador de recursos etílicos y carbonatados dependiente del hostelero.
Revisor: Verificador de correlación de trayectos e importes.
Vendedor de libros: Proveedor de medios analógicos de almacenamiento de información por impregnación de tintas.
Etc…

Vale, probablemente este no sea un consejo muy razonable si tienes necesidad de ganarte los garbanzos ya mismo, pero hay que reconocer que los métodos tradicionales no siempre funcionan. Y además… ¡nunca se sabe!, a lo mejor tu currículum llega a las manos de algún director de periódico (o tal vez a un responsable gubernamental) loco por encontrar a un nuevo «creativo enmascarador de realidades».



31 Comentarios

  1. asi es, vivimos en un mundo donde los que nos gobiernan intentan pintarnos las cosas con otros colores, obviando la realidad, en los paises del tercer mundo, todavia es peor, donde los gobernantes hacen a su antojo y disfrazan a su gusto y conveniencia todos los desmanes que cometen.

  2. Una cosa sí es cierta: así se engordan un poco más los currículos. Y lo mismo cuela, ¿quién sabe?
    Yo siempre he dicho que un barrendero es un «funcionario municipal especialista en recolección de residuos sólidos urbanos», y lo mismo se puede decir de los que van con el camión de la basura; aunque aquí se podría añadir un «sistemas mecánicos» a la definición 😀

  3. Me sé de uno al que le preguntaron: «y entonces, ¿de qué trabajabas?». A lo que replicó: «era ingeniero técnico en refrigeración de materiales de construcción…………………….. mojaba ladrillos…»

  4. Muchas gracias. Llevo intentando hacer comprender eso mismo a la gente de mi entorno durante años. Es genial ver que las locuras propias cada vez están un poquito más cerca de la cordura gracias a que otras mentes las procesan de la misma manera

  5. Ves dando malas ideas ves… que gastaremos más papel y aceleraremos la destrucción del planeta, además de unas cuantas neuronas jajajaja todavía me estoy riendo 😀

  6. El problema de nuestra sociedad es que nos han enseñado que si no es bello… pues se maquilla.
    Por cierto y sin que quiera alabar a la pirateria… me quedo con esta » Acomodador de cine: Gestor de clientes y aforos de entretenimiento pre-Emule y DivX. » por que aparte de casi matarme de la risa, me ha hecho pensar en la propia revolucion que han gestado estos formatos en la red y que han demonizado las descargas digitales como si el que bajara video, datos o campartiera con sus amigos fuera un autentico ladron, aun usando sistemas legales de descarga. Y eso que creo que es una de las actividades mas generalizadas ahora mismo » condenadas» pero en contravia del pensamiento de la persona comun… ahi tenemos al famoso tema del canon ¿no?.

  7. Genial, aparte de la idea de fondo, que me parece muy bien expuesta, creo que si yo fuera responsable de recursos humanos de una empresa, me encantaría leer currículos llenos de sentidos del humor que me sacaran de mi monótona tarea de lectura aburrida y uniforme, y, por supuesto, contrataría al genio de marras que ha sido capaz de nombrarse a sí mismo «Encargado portuario conservador de volumen para lotes de combustible fósil.»
    Eres un crack.

  8. Muy bueno el post, tendré que ponerlo en prueba, ya que por el método tradicional muchas veces acaban en la basura.
    Alguien sabe como pasar los test psicológicos que ponen en las entrevistas? Es que yo siempre que e tenido uno, después no me han vuelto a llamar. Y mira que e probado en hacerlo como ellos dicen, lo primero que me venga a la cabeza, ni marcando la opción mas formal.

    Saludos

  9. Hoy mismo oí una anécdota que viene que ni pintada. Parece ser que en una obra llegó un inmigrante a trabajar. El capataz le preguntó si era albañil de primera, y él dijo que sí, que era oficial albañil. Lo pusieron a construir una pared en prueba, pero la pared quedó más torcida que una carretera de montaña.
    Cuando el capataz le dijo ¿pero no era usted albañil de primera?, le contestó que si decía que no, no lo contrataban. Por lo visto, se quedó como peón, pero trabajando 😉

  10. Kurioso, mal andamos con la educación de la LOGSE.

    Curriculum, curricula no es inglés, es LATÍN.
    En español puedes usar la forma latina, o bien la castellanizada (currículo, currículos) indistintamente.

    Pero por favor, no cometas el error de insultar a nuestra lengua madre!

  11. Eh, que no es tan surrealista: a mí me funcionó. Precisamente en una agencia de publicidad.

    – Azafata: Asistente en organización y gestión de eventos
    – Guía turístico: Dirección de grupos en actividades de ocio
    – Inventarios en el Carreful: Actualización de aplicaciones informáticas para la gestión de stocks.
    – Comercial a puerta fría: Ejecutivo de ventas BTL.
    -…etc.

    Lo mejor fueron las risas del entrevistador cuando le iba traduciendo los términos … ¡¡pero me contrataron!!

  12. daviti, siento que malinterpretes mi apreciación. Evidentemente la plurarización deriva del latín. Con adoptar el anglicismo me refiero a la pobreza de la lengua británica, que adopta el latinismo por carecer de riqueza lingüística en plurales , no así el castellano que al ser más rico si cuenta con el plural como indica la RAE.. Por favor antes de prejuzgarme visita con ‘ro’ mi blog y reconsidera sí vilipendio o no el castellano. Gracias y disculpa la réplica Artime.

  13. Esta es de verdad: en la Argentina de los 70 un buen amigo mio trabajaba recogiendo sebo, sobras y carne no apta para la venta en las carnicerías de barrio.
    Un buen día la municipalidad de Buenos Aires le dio un carnet en donde ponía OCUPACIÓN: Acopiador de substancias grasas.

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