Si no está usted muerto, por favor tire de la cadena

Por , el 1 marzo, 2008. Categoría(s): Curiosidades ✎ 10

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Vale, el título es un poco capcioso, porque seguro que todos habéis pensado en un retrete, pero lo cierto es que a la vista de la ilustración, intuyo que habréis adivinado el verdadero sentido. Todo esto viene a cuento de un divertido – aunque algo macabro – artículo que acabo de leer en Cracked com, que es el lugar del que he sacado el dibujo. Por cierto, ¿soy yo, o el muerto se parece mucho al presidente Lincoln?

Según el autor del artículo en Cracked, hubo un tiempo (antes de Gregory House) donde para certificar la defunción, los médicos te gritaban al oído: «despiértate, despiértate» y si no reaccionabas… acababas en el hoyo. Conociendo lo aficionados que son los anglosajones a todas estas historias de la cripta, me he puesto a investigar y esto es lo que he encontrado en la Wikipedia sobre las «soluciones tecnológicas» que dispusieron:

El miedo a ser enterrado vivo vivió su máximo apogeo durante las epidemias de cólera en los siglos XVIII y XIX, pero mucho antes de eso ya existen historias registradas de personas que fueron enterradas prematuramente. Cuando se reabrió la tumba del filósofo John Duns Scotus (1266 – 1308), se informó haber encontrado al cadáver fuera de su ataúd con sus manos destrozadas y sanguinolentas por el esfuerzo de intentar escapar.

El miedo a ser enterrado vivo aumentó tras hacerse públicos varios informes de doctores, así como por las historias publicadas en libros y periódicos. Tras haber tratado esta temática en relatos como «La caída de la casa Usher» y «El barril de amontillado«, Edgar Allan Poe escribió «El entierro prematuro«, que fue publicado en el año 1844. En él se relataba el caso, supuestamente verídico, de un enterramiento prematuro, y se incluía una narración detallada (en primera persona) de lo que el enterrado percibía mientras seguía vivo.

El miedo general a ser enterrado vivo condujo a la invención de muchos dispositivos de seguridad que podían ser incorporados a los ataúdes. La mayoría consistía en algún tipo de artilugio de comunicación con el mundo exterior, como una cuerda o cadena atada a una campana, para que la persona sepultada pudiera llamar la atención de los de afuera en caso de que reviviese. Un ataúd de seguridad de este tipo apareció en la película de 1979 El primer gran asalto al tren. Otras variaciones a la campana incluían banderas y pirotecnia. Algunos diseños incluían escaleras, escotillas de escape e incluso tubos para el trasvase de alimentos, pero la mayoría olvidaban incluir un método de suministro de aire.

En fin, ya es mala cosa morirse… pero que te entierren antes de tiempo debe ser de lo más angustioso. En previsión de esta pesadilla y llegado el momento, yo elijo que me incineren… eso si, con un paquete de Winston en el bolsillo, no vaya a ser que reviva en el peor momento y no sepa como tranquilizarme. Supongo que en esa situación el encendedor no me haría falta… 😉



10 Comentarios

  1. [modo House ON] Si no le gusta la idea de que lo entierren vivo, asegúrese usted mismo de estar muerto cuando vengan a por usted. O firme para que lo incineren: se acaba igual, pero es una forma más cálida de despedirse.

  2. Es cierto, recuerdo que tanto en la novela y película de Michael Crichton, El gran robo del tren, se relata el plan de Edward Pierce para infiltrar a alguien dentro de un vagón usando este tipo de ataúdes.

    Muy buena la reacción de horror de la gente al escuchar la campanilla.

  3. Es realmente angustioso pensar en ello… Genio aquel que invento la camapana. Santo Diox si llego a sufrir de alguna enfermedad como catalepsia, si «muero» que colonques 10

  4. Pues en Andorra, antiguamente para certificar la muerte se debía preguntar al muerto quien le habia matado: «Mort, qui t’ha mort» (muerto, quien te ha matado), tres veces, y si no contestabas oficialmente estabas muerto.
    No sé que pasaría con los desmayos…..

  5. Sublime el cuento de poe, sobre todo la parte terrible (aca un spoiler que no interesa a nadies) en la que el protagonista descubre que está enterrado en un cajón normal…

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Por maikelnai, publicado el 1 marzo, 2008
Categoría(s): Curiosidades