La lucha de dos décadas para librarse del plomo

Por , el 20 diciembre, 2007. Categoría(s): Educación/Opinión ✎ 5


El químico francés Eugene Houdry con su revolucionario convertidor catalítico. (Foto cortesía de Sunoco)

[Autor: Jim Motavalli para The Daily Green] La historia que os tengo que contar implica muertes innecesarias por cáncer a causa del retraso voluntario provocado por las empresas de automoción. Por decirlo de forma simple, los fabricantes de automóviles podrían haber introducido un convertidor catalítico efectivo contra los humos de escape, ya en la década de 1950, al mismo tiempo que podrían haber eliminado el cancerígeno plomo de la gasolina. Desafortunadamente, estas reformas se fueron retrasando durante más de 20 años. Y parece que al menos un fabricante de automóviles, tenía un fuerte interés lucrativo en que las cosas quedaran como estaban.

Tal y como informé en mi libro de 1999 «Forward Drive», un científico nacido en Holanda llamado Arie Haagen-Smit demostró ya en 1949 que el humo se originaba por los hidrocarburos no quemados emitidos por los tubos de escape de los automóviles. El reciente libro de Tom McCarthy «Auto Mania» narra una parte clave en esta historia; el químico francés Eugene Houdry creó el primer convertidor catalítico operativo, patentándolo en 1949. Para el año 1954 había desarrollado un prototipo operativo llamado OCM Muffler, que los funcionarios de contaminación del aire de la ciudad de Los Ángeles probaron en seis vehículos, cada uno de los cuales circuló 16.000 kilómetros. Estas pruebas demostraron de forma concluyente que si los coches funcionaran con gasolina sin plomo, se eliminaba el 80% o más de los hidrocarburos no quemados, lo cual reduciría significativamente los niveles de monóxido de carbono y óxidos nitrosos.

El problema está en que la gasolina con plomo era la estándar en 1954. La triste historia de cómo llegó a serla la contó Jamie Kitman en un artículo llamado «La Historia Secreta del Plomo» publicado en la revista The Nation (año 2000). No fue solo que General Motors poseyese el 50% de la Corporación Ethyl, que facturaba millones de dólares al año por fabricar plomo y aditivos. GM anunció durante aquellos tiempos que existían demasiados obstáculos para lograr un convertidor catalítico comercial que hiciera posible librarse del plomo, y otros fabricantes de automóviles estuvieron de acuerdo. Ciertamente existían algunos retos a superar en cuanto a durabilidad, pero nada que no pudiera resolverse rápidamente si los ingenieros se hubieran centrado en ello. Hubo un grupo industrial que dijo que se podría conseguir uno de estos dispositivos para 1958, pero no sucedió así. GM intentó en colaboración con Houdry, crear un catalizador tolerante al plomo, pero ese trabajo nunca llevó a nada.

Ahora conozcamos al investigador Bill Kovarik de la Universidad Radford y a Matthew Hermes de la Estatal de Kennesaw. En su trabajo «Fuels and Society», informaron que GM finalmente se salió del negocio de la gasolina plomada en 1962, cuando vendió la Corporación Ethyl a una pequeña empresa papelera de Virginia. Aún así, no fue hasta la aparición del Acta por el Aire Limpio de 1970 (que exigió una reducción del 90% en los gases de escape) que los fabricantes de automóviles se tomaron en serio los convertidores catalíticos y decidieron librarse del plomo.

Del informe de los profesores: «El 14 de enero de 1970, el presidente de Gm Ed Cole, comentó a unas conferencias de la Sociedad de Ingenieros de Automoción que los coches no contaminantes serían posibles si se cumplían dos condiciones:

«Que los coches empleasen unos nuevos dispositivos llamados convertidores catalíticos y que se eliminara el plomo de la gasolina».

Los fabricantes de automóviles, según se informa, sintieron la presión de la creciente pasión medioambientalista del Congreso, de las críticas acérrimas de Ralph Nader y los de su pelaje, y de las leyes antitrust del Gobierno Federal. Pero el convertidor catalítico todavía volvió a retrasarse cuando en 1973, GM (ya entonces libre de la Corporación Ethyl) demandó con éxito a la recién creada Agencia para la Protección del Medio Ambiente en una corte federal para detener la retirada paulatina del plomo en las gasolinas. El argumento de que el plomo no era un peligro para el público prevaleció temporalmente, pero fue desestimado por una corte de apelación en 1976. Finalmente, el plomo y los convertidores catalíticos llegaron, 20 años después de que se probase de forma concluyente que cortaban de forma drástica la contaminación y de que salvaban vidas.

Visto en The 20-Year Fight to Get the Lead Out



5 Comentarios

  1. En el segundo párrafo, pone: «un científico nacido en Holanda llamado Arie Haagen-Smit demistró ya en 1949″

    Y en el tercero: «La triste historia de cómo llegó a serla la cuntó Jamie Kitman»

  2. a) No se ha demostrado que el plomo sea cancerígeno, lo que sí se sabe es que es venenoso y de efectos acumulativos. Produce una enfermedad crónica que se llama saturnismo. http://es.wikipedia.org/wiki/Plomo
    b) Los catalizadores NO eliminan el plomo, es mas, se estropean al recubrirse con este metal.
    c) Los catalizadores SI mejoran la calidad de los humos de escape, oxidando por completo muchos compuestos haciéndolos menos peligrosos. Por ejemplo eliminan el CO (venenoso) convirtiéndolo en CO2 (No venenoso, aunque genere otros problemas medioambientales).
    d) La eliminaciñon del plomo de las gasolinas pudo haberse hecho, efectivamente, muchos años atrás porque ya existían sustitutos del tetraetilo de plomo (como el metil tercbutil éter) pero, como apuntas en tu artículo, intereses económicos lo impidieron.
    e) La eliminación del plomo en las gasolinas ha sido una necesidad accesoria derivada del uso de catalizadores para cumplir con las leyes de reducción de emisiones contaminantes.
    Tus artículos son muy buenos, no se si será por la traducción, pero este es muy confuso…

  3. Efectivamente no se ha demostrado que el plomo produzca algún tipo de cancer en el ser humano, pero tampoco se ha descartado y la Agencia Internacional para la Investigación contra el cáncer dice que el plomo «probablemente» sea cancerígeno. Aunque así no fuera la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades dice lo siguiente: «Los efectos del plomo son los mismos si se ingiere o inhala. El plomo puede afectar a casi todos los órganos y sistemas en el cuerpo. El más sensible es el sistema nervioso, tanto en niños como en adultos. La exposición prolongada de adultos puede causar un deterioro en el resultado de algunas pruebas que miden funciones del sistema nervioso. También puede producir debilidad en los dedos, las muñecas o los tobillos. La exposición al plomo también produce un pequeño aumento de la presión sanguínea, especialmente en personas de mediana edad y de edad avanzada, y puede causar anemia. La exposición a niveles altos de plomo puede dañar seriamente el cerebro y los riñones de niños y adultos y causar la muerte. En mujeres embarazadas, la exposición a niveles altos de plomo puede producir pérdida del embarazo. En hombres, la exposición a altos niveles puede alterar la producción de espermatozoides».

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