La ubicación de campos de minas ocultos en antiguas zonas de combate podría desvelarse simplemente escuchando al terreno.

Uno de los mayores obstáculos para limpiar los campos de minas en los países pobres es el gran coste de este proceso, las personas encargadas de desarticular las minas emplean haces de ondas sonoras de baja frecuencia que dirigen hacia el suelo. El problema es que esos sensores de radar cuestan cientos de dólares.

Ahora Gregg Larson y James Martin del Instituto Tecnológico de Georgia en Atlanta han descubierto que estas vibraciones también pueden ser detectadas empleando micrófonos, cuyo valor es de 65 dólares, posicionados a un centímetro sobre el suelo (Véase The Journal of the Acoustical Society of America, vol 122, p 253). Esta técnica podría reducir drásticamente los costos de la detección y limpieza de campos de minas, comentaron Larson y Martin.

Traducido de Cheap microphones listen for landmines