Serpientes venenosas vigilan el paraíso de las aves

Por , el 22 abril, 2007. Categoría(s): Bichos ✎ 8

Imaginaos una pequeña isla de 67 hectáreas llamada Seahorse cercana a la costa de Florida, en el sur de los Estados Unidos. Imaginaos que la islita en cuestión está atestada de serpientes venenosas, concretamente de la mocasín acuático (también llamada serpiente boca de algodón). En la isla, no existen apenas pequeños mamíferos, aunque está repleta de aves marinas como los ibis, pelícanos y garzas. Literalmente decenas de miles de aves eligen poner sus huevos en esta isla, y no en otros emplazamientos, a pesar de la aparentemente peligrosa vecindad. Pero ¿cómo es posible?

En cualquier isla del mundo en la que existan víperos depredadores y aves, los primeros se alimentarán de los segundos, bien sean ejemplares adultos, poyuelos o huevos, sin embargo, en Seahorse las aves pueden dormir tranquilas. Es más, las serpientes mantendrán a raya a cualquier depredador terrestre que intente acercarse a los acantilados donde estas crían. Pero entonces ¿cómo es posible que el censo de serpientes llegue a los 600 ejemplares?

La respuesta ha dejado atónitos a los científicos. Harvey Lillywhite, biólogo de la Universidad de Florida que ha estado estudiando la isla, ha descubierto un comportamiento alimenticio en las serpientes completamente inesperado. La dieta de las boca de algodón es casi enteramente pescado que cae de los nidos, bien sea entero, semidigerido, vomitado o excretado. De hecho las serpientes, cuya piel normalmente es de color oscuro, están tiznadas de color blanco a causa de las «inmersiones» entre los montones de excremento bajo los nidos. Sin duda, un pequeño precio a pagar a cambio de una dieta gratuita.

Lo curioso es que los científicos descubrieron que las serpientes no se alimentaban de aves en absoluto. Es más, apreciaron pollos caídos de los nidos hasta el fondo de los acantilados, pero las serpientes no se alimentaban de ellos, tal vez porque se encontraban «hartas» de pescado. Sin embargo si las ratas marrones intentaban acercarse a los nidos, las serpientes variaban su dieta añadiendo «mamífero» al menú. Los científicos aún estudian este grado de «mutualismo» entre aves y reptiles, aunque creen que la clave está precisamente en la acción que estas últimas ejercen deteniendo la acción depredadora de las ratas marrones, quienes normalmente se alimentan de las nidadas de pájaros.

Más información en Snake-Ridden Florida Island Provides Unlikely Haven for Birds.



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