Crédito: A. BRIESTIEN

¿Baño ácido? Ningún problema. Investigadores estadounidenses informan que el decreciente pH del agua (una de las consecuencias de los crecientes niveles de dióxido de carbono en la atmósfera) disuelve el esqueleto calcáreo del coral pero no arranca el tejido blando de los pólipos de su sustrato rocoso. Aunque los pólipos parecen capear el temporal de los cambios en el pH bastante bien, la acidificación del océano sigue suponiendo una gran amenaza para el ecosistema del arrecife de coral, tal y como informaron esta semana científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOA) en Seattle, Washington.

Visto en la Galería de Scientific American (2 abril 2007) y en Scienceline.