Científicos de la Clínica Mayo han descubierto un nuevo antibiótico presente en el árbol Atuna – Atuna racemosa (Chrysobalanaceae) – típico de las islas del Pacífico, tras leer antiguos textos.

El equipo, dirigido por Brent Bauer, director del programa de medicina complementaria e integrativa de la Clínica Mayo, consultó un libro holandés escrito por Georg Eberhand Rumpf en 1650 sobre las medicinas herbales nativas.

Rumpf fue un naturalista alemán que trabajó para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, y su tratado sobre remedios curativos herbales tradicionales de la isla indonesia de Ambon, incluía una sección dedicada a las propiedades anti-diarreicas del extracto de las semillas de la fruta del árbol Atuna.

Cuando los científicos de la Clínica Mayo prepararon y examinaron estos extractos, descubrieron que funcionaban tal y como Rumpf describía, matando la bacteria que causa la diarrea de forma rápida y eficiente.

“Los productos naturales son una fuente de agentes curativos muy valiosa… de modo que no es demasiado inverosímil pensar que un texto antiguo y elementos extraídos de la medicina tradicional, puedan funcionar en los sistemas modernos de sanidad públicos comentó Bauer, citando a la aspirina, que originalmente se extraía de la corteza de sauce, y al fármaco anticancerígeno Taxol, que proviene de la corteza del tejo del Pacífico.

El co-investigator Eric Buenz añadió que, ya que las culturas nativas vivieron en contacto íntimo con los agentes curativos botánicos durante miles de años, y los usaron para crear tradiciones curativas efectivas, la medicina moderna puede confiar en estos descubrimientos y debería trabajar con culturas tradicionales de curación para preservar este conocimiento.

Un informe sobre este nuevo antibiótico apareció en la edición del 23 de diciembre de la revista British Medical Journal.

Traducido de Old texts reveal new treatments